TPIY.- La familia de Milosevic no se pone de acuerdo sobre el lugar donde debe ser enterrado el ex presidente

Actualizado: domingo, 12 marzo 2006 18:55

BELGRADO, 12 Mar. (EP/AP) -

La familia del ex presidente yugoslavo Slobodan Milosevic, que apareció ayer muerto en su celda del Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia, se ve inmersa en una discusión interna sobre el lugar donde enterrar al ex dictador. Serbia, Montenegro y Rusia son las propuestas.

Un funeral en Serbia podría suponer un importante punto de encuentro para los simpatizantes de Milosevic, pero la viuda, Mirjana Markovic, y su hijo Marko, que huyó a Rusia y se encuentra bajo una orden de arresto internacional, serían detenidos si acuden a Serbia al funeral, ya que están acusados de abuso de poder, durante el mandato de Milosevic.

De esta manera, madre e hijo quieren que Milosevic sea enterrado en Moscú, donde ambos viven, informó la agencia de noticias serbia Beta. Una amiga de la familia de Milosevic, Sinisa Vucinic, dijo en un comunicado escrito que Markovic insiste en un funeral en Moscú.

Sin embargo, el hermano de Milosevic, Borislav, que también vive en la capital rusa, sugirió a la agencia serbia que el ex presidente sería enterrado "en su propio país como un hijo que es de Serbia".

Para añadir más confusión a la disputa, la hija del presidente, Marija, señaló que su padre debería ser enterrado en Montenegro, en el panteón que tiene la familia en la localidad de Lijeva Rijeka, unos 50 kilómetros al norte de la capital montenegrina, Podgorica.

"No es un ruso como para ser enterrado en Moscú", declaró Marija a Beta, y agregó que no acudirá al funeral si tiene lugar en Rusia. La hija del ex dictador se trasladó a Montenegro en 2001. También se enfrenta a acusaciones en Serbia, por disparar un arma durante la detención de Milosevic en Belgrado, en su oficina gubernamental.

El cuerpo de Milosevic, de 64 años, fue descubierto entre las 9:00 y las 10:00 horas de ayer por la mañana por un guardia en su celda del Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia, que le juzgaba por acusaciones de genocidio y crímenes contra la humanidad. Varios forenses holandeses, junto a dos patólogos serbios, realizaban hoy la autopsia.