La tregua se mantiene en Nagorno-Karabaj pero sus habitantes temen que vuelva la violencia

Fuerzas de la autoproclamada república de Nagorno-Karabaj
REUTERS STAFF / REUTERS
Europa Press Internacional
Actualizado: miércoles, 6 abril 2016 15:56


TALYSH (AZERBAIYÁN), 6 (Reuters/EP)

Elmira Bagiryan, una residente de una localidad en el epicentro de los cuatro días de intensos enfrentamientos entre las fuerzas de Azerbaiyán y de etnia armenia, ha indicado este miércoles que los disparos han cesados pero que se marcha de todas maneras porque teme que vuelvan a empezar.

La localidad de Talysh fue brevemente ocupada por las tropas azeríes durante cuatro días de enfrentamientos en Nagorno-Karabaj, la región de Azerbaiyán de mayoría armenia, que remitieron el martes por la tarde tras acordar ambas partes un alto el fuego.

Rusia ha explicado que desempeñó un papel clave en facilitar el cese de la violencia, acogiendo una reunión mantenida en secreto entre los jefes del Ejército de Armenia y Azerbaiyán.

Los combates fueron los más intensos desde la guerra por esta región a principios de los años 1990 y suscitaron el temor de una vuelta a una guerra abierta en una región que sirve de corredor para los conductos que transportan el petróleo y el gas a los mercados mundiales.

Las armas han callado en Talysh, a unos pocos kilómetros de la localidad azerí de Barda, en el extremo más al norte del territorio controlado por los separatistas, este miércoles. Las fuerzas armenias, que han recuperado el control, la recorren sonrientes.

Sin embargo, hay signos de la ferocidad de los combates de los días anteriores. Varias viviendas han quedado destrozadas por los disparos de artillería. Asimismo, hay un coche quemado y varias vacas muertas.

Bagiryan, una mujer de etnia armenia de unos 60 años, asegura que tres residentes de la localidad han muerto. Sollozando y al borde del llanto, la mujer cuenta que ha pasado los últimos días en el patio de una casa vecina, refugiándose de los proyectiles.

Aunque la calma ha regresado con el alto el fuego, sigue planeando marcharse. "Tememos que los disparos comiencen de nuevo", cuenta a Reuters, mientras se prepara para subir a un coche cargado con alfombras, almohadas, mantas y muebles de su casa.

Otros residentes también están aprovechando la tregua para marcharse. En las carreteras en la zona, se puede ver coches y camiones cargados con las pertenencias que se marchan de la línea de frente.

Las antiguas repúblicas soviéticas de Azerbaiyán y Armenia mantuvieron una guerra por este territorio montañoso a principios de los 1990 en la que miles de personas de ambos bandos murieron y cientos de miles se vieron desplazadas.

La guerra terminó con una tregua en 1994, aunque ha habido estallidos esporádicos desde entonces. El alto el fuego quedó roto durante el fin de semana, con el Ejército de Azerbaiyán y los separatistas respaldados por Armenia intercambiando intensos disparos de artillería, tanque, cohetes y helicóptero.

Tanto el Ministerio de Defensa de Azerbaiyán como el 'ejército' de Nagorno Karabaj respaldado por Armenia, han declarado este miércoles que están observando el alto el fuego mientras que sus rivales la han estado violando.

Actualizando el balance de muertos de los cuatro días de combates, un portavoz de las fuerzas de Nagorno Karabaj ha señalado que 29 de sus soldados han muerto, 101 han resultado heridos, mientras que hay otros 28 desaparecidos en combate.

El Ministerio de Defensa de Azerbaiyán no ha publicado las cifras totales de víctimas, pero ha dicho que 16 de sus soldados han muerto en las 48 horas previas al alto el fuego.

PAPEL DE RUSIA

La mediación en el conflicto ha correspondido durante años de forma conjunta a los emisarios de Francia, Rusia y Estados Unidos. Pero Moscú ha incrementado su papel diplomático en los últimos días.

Responsables de ambos bandos han dicho que la tregua fue acordada en una reunión en Moscú entre los jefes del Estado Mayor azerí y armenio. El Kremlin ha informado de que el presidente ruso, Vladimir Putin, ha telefoneado a los presidentes de Azerbaiyán y Armenia para instarles a acordar el alto el fuego.

Entretanto, el primer ministro ruso, Dimitri Medvedev, y el ministro de Exteriores, Sergei Lavrov, tienen previsto viajar a la capital azerí en los próximos días.

Rusia no tiene el mismo interés directo en el conflicto de Nagorno-Karabaj que en otras disputas territoriales en la antigua Unión Soviética. En Georgia y Ucrania, dio apoyo directo a los separatistas. Sin embargo, su diplomacia activa en los últimos días es coherente con la voluntad del Kremlin de reafirmar su influencia, especialmente en lugares donde Estados Unidos ha optado por mantener un papel de bajo perfil.

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