PEKÍN, 28 Nov. (Reuters/EP) -
Tres hombres que aspiraban a ocupar puestos de profesor en China han afirmado que las rechazaron porque eran seropositivas y han pedido al primer ministro, Wen Jiabao, que acabe con la discriminación de las personas que tienen el VIH, el virus que causa el sida.
Unos días antes del Día Mundial de la Lucha contra el Sida, que se celebra el 1 de diciembre, los tres han enviado una petición a la Oficina de Asuntos Legislativos del Consejo de Estado, que ayuda a redactar las leyes y supervisa su aplicación.
Los firmantes destacan en el texto que Wen "ha mostrado que le preocupan" las personas seropositivas al "estrechar la mano y abrazar" a algunos enfermos durante actos por el Día Mundial celebrados en años anteriores.
Previamente habían denunciado por separado a los gobiernos de sus respectivas provincias porque rechazaron sus solicitudes de empleo al comprobar en unos análisis de sangre obligatorios que son seropositivos, pese a que habían superado las pruebas escritas y las entrevistas.
Esperaban convencer a los jueces de que la ley que protege los derechos laborales de las personas con el VIH, vigente desde hace cinco años, debería estar por encima de las normas locales que impiden la contratación de funcionarios seropositivos.
Pero dos tribunales fallaron en contra de los dos hombres que presentaron denuncias contra los gobiernos de Anhui y Sichuan en 2010.
En el tercer caso, en la provincia de Guizhou, el juez dijo al demandante el pasado octubre que la Justicia "no aceptará la denuncia" y que debe "pedir al Gobierno local que resuelva este asunto", según ha contado a la agencia Reuters Yu Fangqiang, cuya organización, Tianxia Gong, defiende los derechos de las personas seropositivas.
DERECHOS NEGADOS
En la petición, los tres hombres reconocen que "en un país como China, con 1.300 millones de habitantes, las 740.000 personas están infectadas con el VIH son solo una pequeña parte de la población" y que "las voces que defienden los derechos laborales de estas personas suelen quedar ahogadas por el miedo de la mayoría".
"Pero también sabemos que la observancia de las leyes y la igualdad de todos son el alma del país y la columna vertebral de su modernización", destacan. A su juicio, "no hay duda de que todos los ciudadanos chinos y todos los departamentos se beneficiarán de ello", y nadie debe enfrentarse a "la amenaza de que le nieguen sus derechos e intereses legítimos".
El Gobierno chino tardó en reconocer el problema del VIH y el sida en los años 90 e intentó ocultar que cientos de miles de campesinos pobres de la provincia de Henan se infectaron a causa de un chapucero sistema de venta de sangre.
Pero posteriormente ha ido reforzando la lucha contra la enfermedad, dedicando más dinero a programas de prevención, creando sistemas para que todos los afectados tengan acceso a medicamentos antirretrovirales e introduciendo políticas para acabar con la discriminación.
Actualmente, la forma de transmisión más común del virus en China son las relaciones sexuales. En un país donde sigue habiendo muchos tabúes en todo lo que se refiere al sexo, las personas con sida o con el VIH afirman estar estigmatizadas.
Yu ha señalado que la discriminación de los seropositivos, especialmente en la contratación de funcionarios, "sigue siendo un problema muy grande". A estas personas se les niega a menudo la atención médica en muchos hospitales por miedo y por falta de información sobre la enfermedad, según revela un estudio publicado el pasado mayo por la Organización Internacional del Trabajo.
