ADÉN, 3 May. (Reuters/EP) -
Tres personas han muerto en el transcurso de los últimos enfrentamientos entre manifestantes contra el Gobierno y fuerzas de seguridad en el sur de Yemen, de marcada orientación separatista, y que han llevado a Estados Unidos a formular una petición para que termine la violencia en el país.
Los enfrentamientos, que han tenido lugar estos últimos días, se habían cobrado hasta hoy la vida de al menos dos civiles y han dejado 20 heridos, según fuentes oficiales; pero la oposición encabezada por el Partido Socialista declaró que los residentes sólo se estaban defendiendo de la explotación oficial de sus terrenos.
Los estados del norte y el sur de Yemen permanecen unidos desde 1990 bajo un frágil acuerdo político. El sur, no obstante, denuncia que vive continuamente marginado por el Gobierno.
El país goza de importancia estratégica: es vecino de Arabia Saudí, primer exportador mundial de crudo, y cualquier brote de inestabilidad podría alimentar a las milicias de Al Qaeda presentes en Yemen, y que han jurado derrocar a la dinastía saudí Al Saud, aliada de Washington.
En este sentido, la embajada estadounidense en Saná solicitó a todas las partes implicadas en el conflicto que "se comprometan con el diálogo a la hora de identificar y abordar cualquier queja legítima".
