LONDRES 3 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Túnez ha decretado este sábado el toque de queda en las localidades de Douz, en el sur, y de Sbeitla, en el oeste del país, a causa de los capítulos de violencia callejera que se ha registrado entre cientos de personas y fuerzas del Ejército tunecino, según ha confirmado el Ministerio del Interior.
A raíz de los disturbios, las autoridades tunecinas han impuesto un toque de queda en Sbeitla desde las 19.00 hora local del viernes (20.00 hora peninsular española) hasta las 5.00 hora local del sábado (6.00 hora peninsular española).
Asimismo, según ha informado la agencia de noticias TAP, el Gobierno también ha decretado el toque de queda en Douz, donde también se han registrado enfrentamientos por motivos ajenos a los de Sbeitla y que ya han herido a cerca de 30 personas. También a Douz se ha desplazado un contingente de soldados del Ejército tunecino para aplacar la violencia.
Una niña de 17 años ha muerto hasta el momento y varias decenas de personas han resultado heridas en los enfrentamientos, que se originaron la noche del jueves, cuando un grupo de jóvenes de Sbeitla bloquearon una carretera para robar los vehículos que circulaban por esa vía, de acuerdo con la versión ofrecida por el portavoz de Interior, Mohamed Hichem Muedeb.
Cuando las fuerzas de seguridad llegaron al área de los hechos, los jóvenes comenzaron a tirar piedras y los soldados realizaron varios disparos de aviso. Ello provocó que numerosos vecinos abandonaran sus hogares para ver lo que estaba pasando, ha explicado Muedeb.
La familia de la adolescente fallecida ha asegurado que su hija murió por disparos en la cabeza, si bien se ha negado a que se le practicara una autopsia, por lo que las causas de su fallecimiento no pueden ser verificadas, ha sostenido Muedeb, que ha confirmado que otras cuarto personas resultaron heridas leve en el incidente.
Según ha informado el diario británico 'The Daily Telegraph', conforme se fue extendiendo la noticia de la muerte de la joven, los residentes de Sbeitla empezaron a disparar contra un puesto policial, tres autobuses y una estación de tranvías, y saquearon la sala de urgencias del hospital local, en palabras del portavoz de Interior.