WASHINGTON, 5 Nov. (EP/AP) -
El presidente estadounidense, George W. Bush, anunció hoy que su Gobierno entregará nuevas ayudas al primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, para colaborar en la lucha contra los rebeldes kurdos, de los que dijo que son "enemigos de Turquía, de un Irak libre y de Estados Unidos".
En una sesión del Despacho Oval, Bush ofreció a Ankara la posibilidad de compartir la información de los Servicios de Inteligencia para combatir al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Además, aseguró que los altos cargos militares de ambos países mantendrán contactos con más frecuencia para seguir la pista a los milicianos. "Le he dejado muy claro al primer ministro que queremos trabajar de forma más estrecha para ocuparnos de este problema", dijo a los periodistas.
Sin embargo, cuando se le preguntó sobre la posibilidad de que Turquía ataque a Irak, se limitó a afirmar que "está bien especular sobre lo que puede o no puede pasar", pero que "no puede pasar nada hasta que no se consigue buena información de Inteligencia". En este sentido, añadió que es necesario saber "dónde se esconden" los insurgentes y "qué están haciendo".
Por su parte, y antes de la reunión con Bush, Erdogan expresó su deseo de que el encuentro derivase en "pasos sólidos" por parte de Washington.
El PKK liberó ayer a ocho soldados que había secuestrado hace dos semanas tras una emboscada en Turquía, junto a la frontera iraquí. El presidente estadounidense indicó que el Gobierno de Erdogan había pedido ayuda a Estados Unidos en relación con el secuestro y destacó los resultados de la cooperación: "Hay al menos una medida que la gente de Turquía puede ver: que cuando trabajamos juntos (Turquía y Estados Unidos) podemos conseguir objetivos importantes".
Las tropas turcas se encuentran actualmente desplegadas en la frontera y Erdogan debe decidir si lanza una ofensiva masiva contra los rebeldes kurdos en el norte de Irak. Por su parte, los insurgentes mataron el mes pasado a más de 40 turcos en la frontera.
A la Casa Blanca, no obstante, le preocupa que la incursión turca en Irak pueda generar inestabilidad en la que hasta ahora era la zona más tranquila de Irak, así como que siente un precedente para otros países que tienen conflictos con los rebeldes kurdos, como Irán.
