Estados Unidos podría dar luz verde a ofensivas turcas puntuales contra el PKK en el Kurdistán iraquí, según la prensa local
ESTAMBUL (TURQUÍA), 5 (Del corresponsal de EUROPA PRESS, Ildefonso González)
Turquía lanzará o no una operación militar transfronteriza en el norte de Irak para luchar contra el grupo armado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en función del resultado de la entrevista que mantendrán esta tarde en la Casa Blanca el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan y el presidente estadounidense, George W. Bush.
La reunión, que comenzará a las 19:00 horas en la España peninsular --mediodía en Estados Unidos--, ha sido calificada por la prensa local de encuentro "clave" e "histórico". "El día de la decisión de una operación contra el PKK", tituló hoy el diario 'Vatan'. "Los ojos del mundo están puestos en ellos", valoró por su parte el influyente 'Milliyet' en referencia a la entrevista de hoy.
Erdogan llegó a Estados Unidos en la noche del sábado al domingo acompañado por una nutrida delegación en la que figuran, además de su esposa Emine, los ministros de Asuntos Exteriores, Alí Babacan y Defensa, Vecdi Gönul, así como el 'número dos' de las Fuerzas Armadas, Ergin Saygun y otros altos responsables del Estado Mayor. La participación de numerosos oficiales en el viaje oficial de Erdogan sería una prueba de que las conversaciones en Estados Unidos se van a centrar en los aspectos militares.
Ayer, en declaraciones a la prensa local, Erdogan se mostró confiado en que su encuentro con Bush tenga resultados positivos. "Tengo buenas vibraciones y creo que la declaración que haremos después de la entrevista será un motivo de relajación para la opinión pública", dijo.
Sin embargo, el pasado sábado, horas de antes de partir hacia Washington, el mandatario turco advirtió de que "las conversaciones iban a tener lugar en una atmósfera de seria prueba de las relaciones entre los dos países". "Se nos ha acabado la paciencia con los ataques terroristas que están siendo organizados desde el norte de Irak", agregó.
Según adelantó en su edición de hoy el periódico 'Zaman', muy próximo a las tesis del gubernamental Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, islamista moderado), Erdogan solicitará a las claras a Bush la "intervención" estadounidense contra las bases y campos de entrenamiento del PKK en el Kurdistán iraquí, argumentando que la vía diplomática ha tocado a su fin. En caso contrario, el Gobierno turco se reservará el derecho a desplegar una ofensiva a gran escala en la región, tal y como le autoriza la moción aprobada hace casi un mes en el Parlamento
"OPERACIONES LIMITADAS"
La Administración Bush se ha mostrado hasta el momento contraria a una intervención militar turca en el norte del país vecino y ha apostado por presionar a las autoridades de la región semiautónoma del Kurdistán iraquí para que actúe efectivamente contra el PKK. Sin embargo, Washington podría no vetar "bombardeos u operaciones limitadas si fuese necesario", anotó el mismo diario.
En el caso de que Turquía se decidiera a lanzar un ataque, su Ejército avisaría con tiempo a Estados Unidos para evitar un eventual enfrentamiento entre las fuerzas aéreas de ambos países, según fuentes gubernamentales turcas citadas por el 'Today's Zaman'.
Mientras, más de 100.000 soldados turcos se encuentran desplegados en la frontera común con Irak a la espera de recibir la orden de ataque. La muerte de casi medio centenar de tucos, entre soldados y civiles, en el último mes ha reforzado la determinación de Ankara de lanzar una operación militar transfronteriza.
Ayer, a pesar de que el Estado Mayor había asegurado que paralizaría sus operativos a la espera de la entrevista entre Bush y Erdogan, tuvo lugar una operación en la provincia de Sirnak --en el sureste del país y fronteriza con Irak-- en la que perdieron la vida dos militares y un guardia rural.
Sin embargo, lo cierto es que los ánimos de Turquía se han templado después de que los Gobiernos de Estados Unidos e Irak se comprometieran el pasado fin de semana, durante la II Cumbre Ampliada de Ministros de Asuntos Exteriores de los Países Vecinos de Irak que se celebró en Estambul, a adoptar medidas concretas contra el PKK, como su persecución y detención o el cierre de sus oficinas.
Además, la liberación de los ochos militares turcos que los insurgentes habían secuestrado hace dos semanas ha sido valorada por los medios de comunicación locales como una prueba de que tanto las presiones norteamericanas como las amenazas turcas están dando sus primeros frutos.