Turquía/Irak.- Turquía da un ultimátum a Irak y ordena preparar una operación transfronteriza contra el PKK

Actualizado: martes, 9 octubre 2007 17:59

ESTAMBUL (TURQUIA), 9 Oct. (del corresponsal de EUROPA PRESS, Ildefonso González) -

El Gobierno turco ordenó hoy tomar todas las medidas necesarias, entre ellas una operación militar transfronteriza, para acabar con la presencia del ilegal Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en el norte de Irak, según un comunicado hecho público esta tarde por la Comisión Suprema para la Lucha Antiterrorista.

"El Gobierno ha dado instrucciones y órdenes a las autoridades competentes para que tomen las medidas legales, económicas y políticas pertinentes, entre ellas una operación (militar) transfronteriza si fuese necesaria, para poner fin a la presencia de la organización terrorista (PKK) en un país vecino en el futuro", señaló la Comisión, que se reunió esta mañana por espacio de tres horas y media con la presencia del primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, y los principales responsables de las fuerzas de seguridad.

"La organización terrorista (PKK) está tratando de incrementar sus sangrientos ataques porque está preocupada por los recientes avances políticos, económicos y sociales y porque ha perdido el apoyo (del pueblo) (...) Hemos decidido acelerar los pasos para establecer la paz, la confianza y la prosperidad de nuestros ciudadanos", apostilló la nota.

Unos minutos después, el ministro de Defensa, Vecdi Gonul, aseguró que el Parlamento debe autorizar cualquier operación militar transfronteriza para derrotar al PKK. Sin embargo, dejó claro que su beneplácito no sería necesario en el caso de una "persecución transfronteriza", esto es, una incursión rápida y limitada de los soldados turcos en territorio iraquí.

El Ejecutivo turco ha tomado esta decisión después de los últimos atentados terroristas cometidos por el PKK en el sureste del país, a escasos kilómetros de la frontera común con Irak. El pasado domingo, un grupo de milicianos kurdos asesinó a 13 soldados turcos en un ataque por sorpresa en la provincia de Sirnak. En la misma zona, otro atentado del PKK acabó a tiros con la vida de 12 personas, seis de ellas civiles, que iban a bordo de un minibús a finales del pasado septiembre.

Ambas acciones han sido duramente condenadas por todas las autoridades turcas y tanto los principales partidos de la oposición como la prensa han reclamado mano dura al Gobierno en la lucha contra el terrorismo de PKK, abogando incluso por una ofensiva a gran escala en el Kurdistán iraquí.

El Ejército turco ya exigió el pasado abril al Ejecutivo de Erdogan que le diera permiso a través del Parlamento para el despliegue de tropas en el país vecino. Sin embargo, las autoridades gubernamentales optaron entonces por esperar al resultado de las elecciones legislativas del 22 de julio, que los islamistas moderados del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) ganaron con holgura.

"PERSECUCION TRANSFRONTERIZA"

A continuación, Turquía optó por negociar un tratado antiterrorista con Irak, que finalmente se firmó hace dos semanas. Sin embargo, dicho acuerdo no contempla el derecho de "persecución transfronteriza", del que Turquía hizo uso hasta en 25 ocasiones desde principios de la década de 1990 hasta 2003, momento en que el ex presidente iraquí Sadam Husein se negó en rotundo a permitir nuevas injerencias ante la inminente invasión estadounidense.

A pesar de ello, determinados sectores de Turquía consideran que los "acuerdos internacionales" constituyen una base legal para que el Ejército de este país pueda seguir ejerciendo este derecho, al que se oponen tanto Bagdad como Washington. Ayer, el Departamento de Estado norteamericano y el embajador estadounidense en Ankara, Ross Wilson, condenaron el atentado del domingo, calificándolo de "tragedia", pero rechazaron dar luz verde a una incursión militar y apostaron por la estrecha cooperación en la lucha contra el terrorismo entre Estados Unidos, Turquía e Irak.

De momento, decenas de miles de soldados turcos se hallan desplegados en la frontera común con Irak desde la pasada primavera a la espera de recibir la orden de ataque. Mientras, Ankara ha reforzado las operaciones militares en su propio territorio, concretamente en el este del país, donde los últimos combates con los insurgentes han elevado a más de 37.000 la cifra de muertos en ambos bandos desde que el PKK se levantase en armas allá por 1984 para exigir la independencia del Kurdistán turco.