ESTAMBUL (TURQUÍA), 23 Ago. (del corresponsal de EUROPA PRESS, Ildefonso González) -
El Parlamento turco se volverá a reunir mañana para celebrar la segunda votación de las elecciones presidenciales, en las que el candidato favorito, el ministro de Asuntos Exteriores en funciones Abdulá Gül, seguirá necesitando el voto favorable de dos tercios del hemiciclo (367 diputados) para ser proclamado como jefe de Estado.
Sin embargo, la sesión de mañana es un mero trámite antes de la tercera votación, el martes 28 de agosto, cuando a Gül le bastará con el apoyo de una mayoría absoluta simple (276 parlamentarios), una cifra que logrará sin dificultad gracias a los 341 escaños del gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (el islamista moderado AKP).
En la primera votación, efectuada el pasado lunes, Gül consiguió 341 votos, 26 menos de los que precisaba para su elección. Presumiblemente, mañana obtendrá las mismas papeletas, por lo que habrá que esperar a las 15:00 hora local --una hora menos en la España peninsular-- del próximo martes. De hecho, todo está preparado ya para que la sesión de investidura de Gül tenga lugar la misma tarde del 28 de agosto, a partir de las 18.00 horas, según informó hoy la agencia Anatolia.
Cuando la ceremonia haya terminado, Gül abandonará el Parlamento y cumplirá una visita de rigor al Mausoleo de Atatürk, el fundador de la Turquía moderna en 1923. A continuación, se dirigirá al Palacio de Çankaya para sustituir formalmente al actual presidente, Ahmet Necdet Sezer. Sin embargo, por el momento se desconoce si tendrá lugar algún acto especial en Çankaya.
Según adelantó hoy la prensa local, no habrá ninguna ceremonia. De hecho, la esposa de Sezer, Serra, no estará en el Palacio cuando Gül llegue, mientras que la mujer del aún ministro, Hayrünnisa, lo hará después de que Sezer haya dejado Çankaya. Las relaciones entre Sezer y el Gobierno del AKP, al que Gül pertenece, han sido tirantes durante los últimos siete años.
Sezer, un firme defensor del laicismo, ha vetado numerosos nombramientos propuestos por el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, al tiempo que no ha dudado en denunciar los socavamientos al secularimo que, en su opinión, está sufriendo la República durante los últimos tiempos. El hecho de que Hayrunnisa vaya a seguir llevando el velo islámico o 'türban' en su calidad de primera dama es considerado como una afrenta por los sectores laicos.
Así, el traspaso de poderes del décimo al undécimo presidente será de lo más sencilla, nada que ver con lo que ocurrió en 2000. A aquella ceremonia, calificada de "gloriosa" por el diario 'Vatan', asistieron unas 1.500 personas, además de un ex presidente, varios comandantes, el entonces primer ministro y numerosos diplomáticos extranjeros. Sin embargo, lo más normal en la historia del país euroasiático es que directamente no haya ceremonia. De hecho, sólo la ha habido en dos ocasiones debido a golpes de Estado, problemas de salud o fallecimiento de alguna de las partes, recordó el rotativo 'Milliyet'.
