Soldado ucraniano inspecciona una zona atacada en Bucha. - Matthew Hatcher/SOPA Images via / DPA
"Rusia está en guerra no solo con las Fuerzas Armadas de Ucrania sino también con la población civil, violando gravemente las leyes de la guerra. El Ejército ruso está instalando de forma masiva minas prohibidas por el derecho internacional", ha denunciado Exteriores.
"Los crímenes de guerra de los ocupantes rusos están dirigidos incluso contra los niños ucranianos. Los invasores dejan juguetes y objetos brillantes a los que los niños pueden prestar atención. Quieren matar nuestro futuro", ha acusado.
Si bien el problema de las minas se habría intensificado desde el inicio de la guerra el pasado 24 de febrero, Exteriores ha destacado que Rusia ha estado "contaminando" suelo ucraniano durante los últimos ocho años, desde la primera "agresión armada" en 2014, con unos 16.000 kilómetros cuadrados de las regiones de Lugansk y Donetsk infestadas de estos dispositivos.
Las autoridades ucranianas han señalado que ya se están llevando a cabo las primeras operaciones para retirar estos explosivos, aunque el grueso del trabajo "comenzará después de la retirada completa de las tropas rusas".
Por ello, Exteriores ha pedido a la población que se mantenga "lo más alerta posible" y a la comunidad internacional que intensifique su apoyo a Ucrania, así como a todas las acciones que le acerquen a "la victoria sobre los invasores rusos" para evitar así "el catastrófico aumento" del número de víctimas a causa de las minas y explosivos "en el corazón de Europa".