Actualizado: martes, 28 noviembre 2017 14:31

La presunta venta de inmigrantes subsaharianos como esclavos en Libia marcarán inevitablemente la cita

BRUSELAS, 28 Nov. (EUROPA PRESS) -

Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE y de la Unión Africana buscan reforzar la cooperación a favor de la creación de empleo y el desarrollo socioeconómico del continente africano, algo clave para frenar la inmigración irregular a Europa, durante su quinta cumbre, que acogerá este 29 y 30 de noviembre la capital de Costa de Marfil, bajo el lema 'Invertir en la juventud, por un desarrollo sostenible".

Por parte africana, se espera la llegada de 40 jefes de Estado y de Gobierno a Abiyán, incluido al rey de Marruecos, Mohamed VI, cuya presencia se puso en duda por el malestar de Rabat a la participación de la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática*(RASD), cuyo presidente, Brahim Ghali, también acudirá a la cita, un escollo que la Unión Africana resolvió con su decisión de invitar a "todos" sus miembros. También asistirá el presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang. La ausencia más sonada entre los líderes africanos será el presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, que acaba de dimitir del país tras una intervención militar.

La participación entre los europeos será algo más descafeinada, con sólo 15 jefes de Estado y de Gobierno previstos en Abiyán, incluidos el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el presidente francés, Emmanuel Macron, así como la canciller alemana, Angela Merkel. También asistirán el primer ministro de Portugal, Países Bajos, Italia y Malta entre otros, aunque no estará la primera ministra británica, Theresa May, que delegará en su ministro de Exteriores la representación. Letonia, Lituania, Chipre, Hungría, República Checa, Dinamarca, Grecia, Bulgaria enviarán a ministro o viceministro y Eslovenia, Rumanía y Austria, secretario de Estado.

La cumbre, en la que ambas partes esperan relanzar una asociación "renovada" y "entre iguales" para responder a los desafíos comunes como la inmigración, la seguridad, la cooperación económica y la necesidad de invertir en los jóvenes, la movilidad y el cambio climático, estará copresidida por el presidente de la Unión Africana y presidente de Guinea, Alpha Condé, y el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.

PLAN DE INVERSIONES EUROPEO

Ambas partes celebrarán el lanzamiento del Plan de Inversiones Externo de la Unión Europea con el que el bloque espera movilizar hasta 44.000 millones de euros con aportaciones del sector privado --a partir de una garantía comunitaria de 3.350 millones de euros-- para promover de aquí al 2020 inversiones estratégicas en sectores como la agricultura sostenible, las pymes, las infraestructuras de transporte y energética en África y los países de la vecindad.

La UE y los estados miembros destinaron 21.000 millones de ayuda al desarrollo para África en 2016, lo que les sitúa como el primer donante, mientras que las empresas europeas invirtieron 32.000 millones en África en 2015, que representan casi el 30 por ciento del total.

Pero atraer la inversión privada resulta clave ante la evidencia de que ni la ayuda al desarrollo ni la inversión pública serán suficientes para atajar el enorme desafío demográfico en África, que ofrece un enorme potencial, como demuestra el hecho de que cinco países del continente se situaron entre los diez que más crecieron a nivel mundial en 2016, por encima del 7 por ciento.

Un tercio de los 420 millones de jóvenes de entre 15 y 35 años en África está desempleado y entre diez y doce millones se incorporan al mercado laboral al año, aunque sólo se crean 3,1 millones de empleos en África. Se espera que el número de jóvenes de duplique hasta los 830 millones en 2025, cuando harían falta crear un mínimo de 25 millones de empleos.

El bloque europeo es plenamente consciente de que a menos que se den oportunidades para los jóvenes en África estos volverán su mirada inevitablemente a Europa, continente que tienen a 14 kilómetros de distancia.

"A menos que podamos darles perspectivas reales de bienestar y estabilidad, ya no serán decenas de miles sino millones de personas que escogerán abandonar sus países de origen", teniendo en cuenta que la ONU estima que "a corto plazo, más de medio millón de personas al año buscará un futuro mejor en Europa", avisó la semana pasada el presidente de la Eurocámara, Antonio Tajani, que también participará en la cumbre.

Y reclamó destinar "al menos 40 millones de euros" del próximo presupuesto multianual de la UE para el plan de inversiones en África, lo que permitiría movilizar 500.000 millones de euros en inversiones público-privadas.

COOPERACIÓN EN INMIGRACIÓN Y SEGURIDAD

Ambas partes también repasarán su cooperación para atajar la inmigración irregular y combatir las redes de tráfico de inmigrantes, así como para promover la movilidad y canales para la inmigración legal a la luz del reportaje sobre la venta de inmigrantes subsaharianos como esclavos en Libia difundido recientemente por la CNN.

La UE y la Unión Africana han condenado las imágenes "despreciables" de la presunta venta de inmigrantes subsaharianos como esclavos en Libia y se han comprometido a combatir "activamente" las redes de traficantes, al tiempo que instaron a las autoridades libias a tomar "una acción rápida" para juzgar a los responsables. La Unión Africana además ha abierto una investigación de los hechos.

"El problema de la inmigración se va a invitar a nuestra cumbre", avanzó la semana pasada el presidente de la Comisión de la Unión Africana, el exministro de Exteriores chadiano Moussa Faki Mahamat, mientras que la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Federica Mogherini, dejó claro que la cumbre de Abiyán "no será una cumbre de la inmigración, de seguimiento de La Valeta" en 2015 cuando la UE lanzó un fondo de 3.200 millones de euros para África para atajar las causas en la raíz de la inmigración irregular. Los países de la UE y socios apenas han aportado 199 de los 260 millones comprometidos, incluidos tres millones por parte de España.

"Vamos a Abiyán probablemente por primera vez como socios, como socios políticos, superando el tipo de relación donante-recipiente, que pertenece al pasado", aseguró Mogherini, que ha puesto en valor que los jóvenes también aportarán sus ideas en la cumbre.

La UE y los países africanos también buscan reforzar su cooperación en materia de seguridad para atajar desafíos como el terrorismo, el tráfico de armas, drogas y el tráfico de personas, especialmente apoyar que cada vez más sea las propias fuerzas africanas las que se hagan cargo sobre el terreno.

Los países G5 del Sahel --Níger, Burkina Faso, Chad, Malí y Mauritania-- esperan recabar los 500 millones necesarios para costear su fuerza conjunta de 5.000 efectivos para atajar el terrorismo y las redes criminales en la región en la conferencia que acogerá Bruselas a mediados de diciembre para recabar tanto financiación como equipos. "Si no, el precio que tendrá que pagar cada persona será mucho mayor", avisó la semana pasada el ministro de Exteriores maliense, Abdoulaye Diop.

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