BRUSELAS, 29 Oct. (EUROPA PRESS) -
Los Gobiernos de la UE y la Eurocámara han alcanzado un acuerdo para crear un permiso especial cuyo objetivo es facilitar la entrada a la UE de trabajadores temporeros procedentes de terceros países, con el fin de cubrir puestos de trabajo en sectores como la agricultura o el turismo y evitar que la estancia temporal se convierta en permanente.
"Finalmente hemos logrado un acuerdo sobre una directiva que gestiona la inmigración legal temporal y garantiza la protección de los trabajadores frente a la explotación", ha dicho el negociador del Parlamento, Claude Moraes, en un comunicado. La propuesta original de Bruselas data de julio de 2010.
Según este compromiso, que todavía debe ser ratificado por el pleno del Parlamento, cada Estado miembro deberá fijar una duración máxima de estancia para los temporeros, que debe ser entre cinco y 9 meses por año. Los trabajadores inmigrantes podrán extender sus contratos o cambiar de empleador dentro de ese límite.
Las nuevas reglas simplificarán y acelerarán los procedimientos para permitir que los temporeros extracomunitarios se muevan entre sus países de origen y la UE para trabajar. Ello será posible acelerando los procedimientos para los solicitantes que vuelvan a pedir estos permisos, dándoles prioridad de admisión o expidiendo permisos para varias temporadas de una sola vez.
Estas reglas, las primeras a nivel de la UE sobre temporeros, no afectarán al derecho de los Estados miembros de decidir a cuántos trabajadores permanentes extracomunitarios permiten la entrada.
Cualquier solicitud para entrar en la UE como trabajador temporero deberá incluir un contrato de trabajo o una oferta de empleo vinculante que concrete el salario y las horas de trabajo. A petición de los eurodiputados, también deberá incluir pruebas de que el trabajador tendrá un alojamiento adecuado. Cuando éste corra a cargo del empresario, el alquiler no debe ser excesivo ni deducirse automáticamente del salario, según especifica el compromiso.
Según esta norma, los temporeros extracomunitarios tendrán los mismos derechos que los nacionales de la UE en cuanto a edad mínima para trabajar, salario, despido, horas de trabajo, vacaciones, y requisitos de salud y seguridad. También tendrán derecho a afiliarse a un sindicato y a tener acceso a la seguridad social, pensiones, formación, y otros servicios públicos excepto vivienda social.
Los empresarios que incumplan sus obligaciones sufrirán sanciones "eficaces, proporcionadas y disuasorias" y deberán compensar a los temporeros perjudicados y se les podrá prohibir que pidan en el futuro trabajadores temporeros.
