BRUSELAS, 29 Ago. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, se ha exculpado ante el presidente del Parlamento Europeo, Hans Gert Pottering, de toda responsabilidad en la financiación irregular de la que se benefició en 2001 el Partido Socialdemócrata (PSD) con el que entonces él era primer ministro de Portugal, tal y como este mes consideró probado una sentencia del Tribunal Constitucional luso.
Barroso envió esta semana una misiva a Pottering en la que negó las acusaciones vertidas en la prensa contra él o el entonces ministro de Obras Públicas y apuntando que quien es el responsable de lo ocurrido, el secretario general del PSD, José Luís Arnaut, ya "ha asumido su responsabilidad política por este asunto".
El Tribunal Constitucional de Portugal falló este mes de agosto que el PSD recibió financiación ilegal de los gastos de campaña para las elecciones municipales de 2002 por parte de una constructora llamada Somague que, según la prensa lusa, habría sido beneficiada por parte del entonces Gobierno de Durao Barroso en el hecho de que una compañía rival no recibiese a tiempo la concesión que ya tenía prevista para construir una autopista.
Semanas después del fallo y de que la Comisión haya rehusado comentarlo, Barroso salió al paso con una carta a Pottering, que pidió que transmitiera a los jefes de todos los grupos, en la que se declaró inocente de estos hechos.
"No hay ninguna acusación legal contra mí en este caso. De hecho, no tuve conocimiento de él y evidentemente ninguna implicación en este asunto o en cualquier otro relacionado directamente con la financiación del partido", dijo, antes de añadir que Arnaut ya asumió su "responsabilidad política por ello".
De la misma forma, se refirió al comunicado que difundió la familia del entonces ministro de Obras Públicas, José Luís Vieira de Castro, "negando categóricamente que esto ocurriera y mostrando toda una serie de hechos para demostrar la ausencia de cualquier trato de favor".
Además de proclamar su inocencia, Barroso recordó que durante su etapa como primer ministro portugués promovió iniciativas para "adoptar una legislación más estricta y transparente sobre la financiación de partidos" que, dijo, dieron lugar a la introducción del principio de delito criminal en estas reglas en 2003.
