UE.- Francia asegura que toda la UE, incluida España, está en contra de las regularizaciones masivas de inmigrantes

PARIS 10 Jun. (EUROPA PRESS) -

El ministro francés de Inmigración, Brice Hortefeux, aseguró hoy que todos los países de la Unión Europea, incluido España, están en contra de las regularizaciones "masivas y generales de inmigrantes". Además, cree contar con el apoyo "unánime" de todos los socios comunitarios a los principios del Pacto europeo sobre inmigración que presentará la presidencia francesa de la UE a partir del próximo 1 de julio.

"Todos los responsables gubernamentales sin excepción, comenzando por Zapatero, que lo recordó hace apenas unos días, quieren luchar contra la inmigración ilegal rechazando particularmente las regularizaciones masivas y generales", dijo Hortefeux en la sesión de control al Ejecutivo celebrada en la Asamblea Nacional francesa.

El ministro detalló en la Cámara los objetivos del proyecto francés para luchar contra la inmigración ilegal y regular la legal de manera coordinada a nivel europeo y lo justificó recordando que, en un espacio de libre circulación, la decisión de un Estado tiene "consecuencias inmediatas" sobre el resto de socios.

Además, puso de relieve que, si bien el 80% de los flujos migratorios se concentran sólo en cinco países (Italia, España, Reino Unido, Alemania y Francia), en realidad la totallidad de los 27 se ven afectados por el "desafío" de la gestión migratoria.

Lo que propone Francia es, por tanto, "organizar la inmigración legal", es decir organizar a escala europea la acogida de la población extranjera, lo que permitirá, según Hortefeux, "favorecer una mejor integración".

El segundo objetivo será luchar contra la inmigracion irregular y el tercero reforzar la capacidad de acción de la Agencia Frontex, encargada de la protección de las fronteras exteriores de la Unión.

En cuarto lugar, Francia pretende avanzar progresivamente hacia una definición común de criterios de obtención del estatuto de refugiado político, aunque admite que, habida cuenta de las diferencias legislativas, será "difícil". La última meta del pacto es ayudar al desarrollo de los países origen de la inmigración.

"La expectativa es inmensa y el acuerdo es unánime sobre los principios, porque simplemente nuestro proyecto no es el de una Europa fortaleza sino el de una Europa que es consciente de la realidad y propone soluciones concretas", resumió el ministro galo.