MADRID, 24 Ago.(EDIZIONES)
Se llama Wadi-us-Salam y es conocido como el 'Valle de la Paz' iraquí. Ubicado en pleno corazón de la ciudad de Najaf y formado por más de 5 millones de tumbas, el cementerio más grande del mundo es el lugar donde las milicias chiíes entierran a las víctimas de la guerra contra el Estado Islámico.
Esta enorme necrópolis es un lugar muy especial para las fuerzas paramilitares chiítas que suelen visitar a menudo la cúpula dorada del templo de Ali bin Abi Tali, primo del profeta Mahoma, antes de partir a las batallas contra el Estado Islámico.
Tanto significa para ellos este cementerio que, en el caso de ser asesinados, piden como recompensa a su sacrificio ser enterrados en el 'Valle de la Paz'.
Las tumbas están construidas con ladrillos y yeso y algunas, como se pueden apreciar en las imágenes, presentan caligrafía coránica, lo que, tal y como ellos aseguran, viene a reflejar la enorme "riqueza" de todos aquellos que se encuentran en su interior.
Precisamente, el coste por tener un pequeño hueco para ser enterrado en este lugar es de 5 millones de dinares (40.600 euros), casi el doble de lo que se pagaba antes de la brutal escalada de violencia en las zonas del norte y del oeste de Irak.
Entre los años 2003 y 2007 el cementerio llegó a recibir un total de de 250 cadáveres al día, lo que produjo que su extensión creciera considerablemente hasta alcanzar los 10 kilómetros cuadrados de capacidad que hoy presenta.
Gracias a sus túneles y mausoleos y a su enorme extensión, Wadi-us-Salaam fue, durante la guerra de Irak, el lugar habitual para tender emboscadas a los soldados estadounidenses y pasar desapercibido. No obstante, la guerra ha pasado factura y, hoy en día, se puede apreciar que un gran número de tumbas se han visto completamente arrasadas.