CONAKRY, 21 Sep. (Reuters/EP) -
Partidarios del Gobierno y la oposición se han enfrentado este viernes en la capital de Guinea lanzándose piedras, rompiendo las ventanillas de coches y quemando neumáticos en el último brote de violencia política en este país de Africa occidental, que ha dejado numerosos heridos.
La tensión es alta ante la demora en la celebración de las elecciones parlamentarias, que la oposición acusa al Gobierno de querer amañar. Los manifestantes bloquearon el principal puente de Conackry y establecieron barricadas en otras carreteras, lo que ha obligado a los habitantes a quedarse en sus casas, según testigos, que han precisado que las fuerzas de seguridad estaban desplegadas pero no intervinieron.
"Están lanzando todo lo que tienen a mano", ha relatado Ibrahima Keita, un oficial del Ejército. "Hay muchos heridos aquí en la Gendarmería y la Cruz Roja está viniendo a recogerlos", ha precisado.
Un testigo ha indicado a Reuters que los enfrentamientos comenzaron después de que comerciantes de etnia peul encontraran que sus puestos en el mercado habían sido saqueados este viernes y acusaron de ello a los malinkes.
La oposición guineana está compuesta principalmente por peuls, principal grupo étnico del país y que se queja desde hace tiempo de estar marginado políticamente por los malinkes.
El presidente, Alpha Condé, un malinke, fue elegido a finales de 2010 en unas elecciones que pusieron fin a un régimen militar pero se vieron empañadas por mortíferos disturbios y por quejas de la oposición de fraude. Desde entonces, la oposición ha llevado a cabo protestas esporádicas en Conakry y otras localidades, varias de las cuales han sido reprimidas con dureza por las fuerzas de seguridad.
El Gobierno de Condé está intentando organizar elecciones legislativas, pero los avances se han visto ralentizados por el temor de la oposición de que la junta electoral sea parcial. Los comicios son el último paso en la transición hacia un régimen civil desde el golpe de Estado de 2008 y son clave para conseguir que se desbloqueen millones de dólares de ayuda que permanecen congelados.
La oposición quiere que el Gobierno despida a la empresa sudafricana Waymark, que consiguió el contrato para gestionar el registro electoral para las elecciones. "Pedimos un concurso internacional para encontrar un nuevo operador técnico", ha señalado el portavoz de la oposición, Aboubacar Sylla.
En un importante concesión, Condé aceptó la renuncia del presidente de la comisión electoral a principios de mes y accedió a reestructurar la comisión para que la oposición esté mejor representada. Sylla ha dicho que fue un paso en la buena dirección pero no abordó plenamente las preocupaciones de que los comicios tendrán fallos. Una marcha opositora este jueves por los comicios transcurrió de forma pacífica.
Aunque el Gobierno de Condé ha dicho que espera celebrar las elecciones para finales de año, expertos técnicos y diplomáticos occidentales afirman que los comicios no son físicamente posibles antes de marzo como muy pronto.
