ROMA 9 Jul. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, G. Moreno) -
El Papa Benedicto XVI aseguró hoy que piensa y reza "cada día" por el sacerdote italiano Giancarlo Bossi, que fue secuestrado el pasado 10 de junio al sur de Filipinas, sin que se sepa todavía con seguridad el motivo y la identidad de sus captores.
El Romano Pontífice hizo estas declaraciones a los periodistas que lo esperaban en la localidad de San Lorenzago de Cadore -Alpes italianos--, a donde se trasladó hoy para pasar sus vacaciones de verano, que finalizarán el próximo 27 de julio.
"Esperamos y rezamos. El Señor nos ayudará", manifestó el Papa, en alusión a la eventual liberación de Bossi, añadiendo que ayer mismo se interesó por el caso, pidiendo las últimas informaciones a la Secretaría de Estado del Vaticano.
Mañana se cumplirá un mes exacto del secuestro del sacerdote italiano, que era miembro del Instituto Pontificio de las Misiones en el Extranjero (IPME), motivo por el que este organismo ha convocado una jornada de oración para implorar su liberación.
En los últimos días, los secuestradores han divulgado algunas fotografías de Bossi como prueba de vida, en las que el sacerdote de 57 años aparece más delgado que hace un mes, según refirieron sus conocidos a los medios. Asimismo, se ha abierto la hipótesis de que el secuestro haya sido perpetrado por el grupo radical islámico Abu Sayyaf.
No obstante, la agencia de noticias AsiaNews -perteneciente al IPME-- sostuvo hoy como "poco probable" la supuesta autoría de este grupo. En base a la opinión del padre Luciano Benedetti, pendiente del desarrollo del secuestro desde el primer día, Bossi habría caído en manos de alguna banda criminal.