MADRID, 23 Mar. (EUROPA PRESS) -
Más de una treintena de personas han muerto como consecuencia de los ataques perpetrados por las fuerzas del Gobierno sirio en distintas zonas del país, en una jornada en la que las tropas del régimen han retomado los intensos bombardeos sobre la ciudad de Homs, en el centro de Siria.
Los Comités del Coordinación Local, una red opositora que recoge balances diarios de víctimas, ha asegurado en un comunicado que al menos 32 personas han perdido la vida este viernes, entre las cuales incluye a tres niños. Del total de "mártires", once han fallecido en Homs, nueve en Deraa, cuatro en Idlib, tres en Alepo, dos en Hama, uno en Raqqa, uno en Latakia y uno en Deir al Zor.
Las fuerzas leales al presidente sirio, Bashar al Assad, han disparado al menos 24 proyectiles de mortero sobre la ciudad de Homs, bastión rebelde y ciudad natal del mandatario, según fuentes opositoras consultadas por la agencia Reuters. Los vídeos de esta ciudad que han trascendido muestran columnas de humo sobre zonas residenciales que habrían sido alcanzadas por estos proyectiles.
Los activistas opositores también han difundido vídeos de distintos puntos del país en los que este viernes han tenido lugar manifestaciones antigubernamentales. "Damasco, allá vamos", se podía leer en una de las pancartas mostradas en las concentraciones, organizadas, entre otros lugares, en el barrio de Barzeh de la capital, la ciudad de Hama, la localidad kurda de Qamishli o Deraa.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos ha denunciado un ataque del Ejército contra militares desertores en la ciudad de Azaz, cerca de la frontera con Turquía. Tres soldados del régimen y un desertor han muerto a causa de estos choques, en los que las fuerzas del Gobierno utilizaron armamento pesado y rondas de mortero, según el Observatorio, citado por Reuters.
Más de 8.000 personas han muerto desde que se iniciasen las movilizaciones contra el régimen sirio hace un año, según la ONU. El Gobierno sirio limita el acceso de periodistas y organizaciones extranjeras y tan sólo reconoce el fallecimiento de 3.000 miembros de sus fuerzas de seguridad, que habrían muerto por las acciones de "grupos terroristas armados", como califica a los rebeldes disidentes.