Alexis Tsipras y Recep Tayyip Erdogan
REUTERS / ALKIS KONSTANTINIDIS
Actualizado: jueves, 7 diciembre 2017 23:15

ATENAS, 7 Dic. (Reuters/EP) -

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha realizado este jueves una histórica visita de Estado a Grecia en la que ambas partes han expresado su voluntad de avanzar en la confianza mutua, si bien en este viaje también se han colado los agravios históricos que los dos países siguen reprochándose periódicamente.

La de Erdogan es la primera visita oficial de un presidente turco a Grecia en 5 años, por lo que ha estado rodeada desde sus prolegómenos de una amplia expectación. "Es mucho más lo que nos une que lo que nos divide", ha declarado el presidente griego, Prokopis Pavlopoulos, en un banquete ofrecido en honor al invitado.

Erdogan ha recogido el guante y ha proclamado que Grecia y Turquía "pueden vivir juntos", en aras de una "coexistencia" que, como ha quedado de manifiesto en las sucesivas declaraciones realizadas en las últimas horas por dirigentes de ambas partes, no está exenta de riesgos.

Antes de aterrizar en Atenas, Erdogan ya había pedido una revisión del Tratado de Lausana (1923), que sentó las bases de lo que hoy es Turquía y, por extensión, la vecina Grecia. Este polémico llamamiento puso en guardia a los dirigentes griegos.

"La verdad, estoy un poco confuso en relación a que lo que (Erdogan) quiera poner sobre la mesa sea modernizar, actualizar, cumplir el Tratado de Lausana", ha dicho el primer ministro griego, Alexis Tsipras, en una rueda de prensa junto al presidente turco.

Pavlopoulos también ha descartado horas después un posible cambio en este pacto --"la piedra angular de la amistad" entre los dos países--, mientras que un serio Erdogan ha advertido de que hay cosas de dicho tratado que necesitan ser aclaradas.

En este sentido, ha criticado que la minoría turca en el norte de Grecia sigue estando discriminada. No se puede aceptar que se escriba la palabra 'turco' fuera de una escuela", ha añadido Erdogan, que el viernes tiene previsto desplazarse a Tracia Occidental, lugar de residencia de una minoría que engloba a unos 100.000 ciudadanos.

A estas discrepancias se suman también otras relativas a la presencia turca en la ila de Chipre, a las libertades religiosas e incluso a las supuestas deudas políticas. "Si no hubiese sido por nosotros, no habrías podido volver a entrar en la OTAN", ha espetado Erdogan ante Pavlopoulos, en alusión al regreso de Grecia a la alianza tras el golpe militar.

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