El soldado acusado de colaborar Wikileaks presentaba desórdenes que desaconsejaban su envío a Irak

Europa Press Internacional
Actualizado: sábado, 28 mayo 2011 11:19

LONDRES 28 May. (EUROPA PRESS) -

El soldado estadounidense acusado de filtrar documentos secretos a Wikileaks, Bradley Manning, presentaba un cuadro psiquiátrico previo a su traslado a Irak que desaconsejaba su participación en esta misión, según informes médicos y declaraciones de compañeros recogidos por el diario británico 'The Guardian'.

Manning, detenido desde hace un año por la mayor filtración de documentos oficiales de la historia de Estados Unidos, ya presentaba un comportamiento que preocupaba a sus superiores durante su etapa formativa en Fort Leonar Wood en Missouri, donde fue entrenado en el año 2007, según un oficial.

La fuente, que no ha querido revelar su identidad, ha explicado a 'The Guardian' que Manning pasó varias veces por evaluaciones psiquiátricas después de episodios que ha calificado de "arrebatos". En este sentido, ha señalado que hasta ahora "nadie ha mencionado el fallo" cometido por el Ejército de Estados Unidos al enviarle a Irak, pese al "desastre" que suponía Manning.

Entre los comportamientos del soldado, el periódico británico cita que llegó a empujar sillas, gritar a sus superiores e incluso mearse en los pantalones. Pese a que los médicos diagnosticaron que padecía un desorden de adaptación, las autoridades decidieron enviarle a Irak, donde supuestamente accedió a los miles de documentos militares y diplomáticos que posteriormente acabaría filtrando a Wikileaks.

De hecho, dos meses después de su llegada al país árabe, sus superiores le retiraron el seguro de su rifle porque le consideraban un peligro, según ha confirmado su propio abogado, David Coombs. Los amigos del soldado en Estados Unidos y algunos compañeros de Irak han descrito a Manning como una persona inestable y en ocasiones violenta.

Manning, sin embargo, conservó una autorización por la cual podía trabajar como especialista en materia de Inteligencia. Esto le permitía tener acceso a información clasificada, aunque 'The Guardian' afirma que la base de Hammer carecía de las medidas de seguridad necesarias, hasta el punto que los 300 soldados desplegados en estas instalaciones tenían acceso al ordenador en el que trabajaba el ahora detenido y, además, las contraseñas de los ordenadores estaban escritas en notas que se dejaban junto a las pantallas.

"En los ordenadores que vi había una etiqueta o en el ordenador o junto a él con la información para entrar", ha explicado el especialista Jacob Sullivan, que formó parte de la unidad de Manning. "Nunca tuve permiso para acceder por lo que nunca lo hice, pero había mucha gente que sí", ha relatado.

Manning se enfrenta a una condena de hasta 55 años de cárcel si es declarado culpable de extraer y divulgar información clasificada, cargos que niega. Nadie en la base de Hammer ha sido imputado por este caso, mientras el Departamento de Defensa norteamericano trata de investigar por qué el soldado fue enviado a Irak pese a los informes psiquiátricos desfavorables y no fue supervisado de forma más exhaustiva antes de permitirle trabajar con datos de la Inteligencia.

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