DRESDEN (ALEMANIA), 13 Abr. (Reuters/EP) -
El político ultraderechista holandés Geert Wilders ha intentado alentar al movimiento antiislámico alemán Europeos Patrióticos contra la Islamización de Occidente (PEGIDA) con un discurso en el que se burlaba de la canciller del país, Angela Merkel, por decir que los musulmanes "forman parte de Alemania", aunque ha congregado a muchas menos personas de las que esperaban.
Wilders ha ofrecido llevarse a Merkel con él a los Países Bajos, arrancando cánticos de "¡Merkel debe irse!" entre una audiencia formada principalmente por hombres blancos de mediana y avanzada edad. Algunos ondeaban banderas y sostenían pancartas que rezaban "¡Que pare la islamización de Europa!".
"Vuestra canciller, Frau Merkel, ha dicho que el islam pertenece a Alemania y yo os pregunto: ¿tiene razón? ¡No la tiene!", ha manifestado Wilders en Dresden ante unas 10.000 personas, según estimaciones de los medios locales. PEGIDA había anunciado que congregaría a 30.000 asistentes, y una manifestación alternativa contra el movimiento islamófobo ha reunido a 3.000 personas, según estimaciones de la televisión alemana.
Merkel argumenta que Alemania necesita inmigrantes para contrarrestar una inminente crisis demográfica que podría reducir la población en edad de trabajar en más de 6 millones durante los próximos quince años.
"EL ISLAM FORMA PARTE DE ALEMANIA"
Algunos compañeros de su partido, la Unión Demócrata Cristiana de Alemania (CDU), se mostraron en desacuerdo con la declaración que la canciller hizo en enero en la que afirmaba que el islam "forma parte de Alemania". El comentario se produjo un día después de que la mandataria participara en la manifestación de París para honrar a las víctimas de un ataque de terrorismo islamista.
Las actitudes de Alemania frente a la inmigración están en el punto de mira desde un incendio provocado hace varios días en un refugio de solicitantes de asilo en la ciudad de Troeglitz. Se sospecha que fue obra de grupos neonazis de los que PEGIDA intenta distanciarse.
El ataque conmocionó a un país que ha visto disparadas las peticiones de asilo, puesto que en 2014 recibió 200.000 y en el primer trimestre de 2015 ha tenido 85.000. El ministro de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, lamentó que el "vergonzoso" incidente podía manchar la imagen de Alemania.
PEGIDA dice no tener problema con los musulmanes que respetan las leyes, pero afirma que algunos quieren importar la ley islámica y la violencia del grupo terrorista Estado Islámico. El movimiento pronto desencadenó réplicas a lo largo de Alemania y Europa, pero su momento se desvaneció desde que su cofundador Lutz Bachmann apareció en una imagen en Facebook con un bigote similar al del dictador Adolf Hitler y lo trató como una broma.
Aquello dividió a PEGIDA, pero Bachmann sigue siendo su cara más visible. Este acompañaba a Wilders en el escenario este lunes. También estaba Tatjana Festerling, candidata a alcaldesa de Dresden, quien tiene pocas posibilidades de ganar unos comicios que suponen la primera contienda electoral del movimiento islamófobo.
