NUEVA YORK, 30 Jun. (EUROPA PRESS) -
El depuesto mandatario hondureño Manuel Zelaya aseguró hoy ante la Asamblea General de Naciones Unidas que los responsables del golpe de Estado ocurrido el pasado domingo no quedarán impunes y aclaró que pese a que se ha nombrado un Gobierno interino él sigue siendo el "presidente constitucional" de Honduras.
"No han de quedar impunes, han de ser fuertemente señalados para que esto no ocurra más", advirtió Zelaya tras acusar a las elites hondureños que promovieron su detención y expulsión del país, a las que calificó de "cavernarias".
Este discurso lo pronunció poco después de que los 192 países miembros de Naciones Unidas condenaran de forma unánime el golpe de Estado y reconociera como único presidente de Honduras a Zelaya, rechazando al nuevo Gobierno de Roberto Micheletti.
Zelaya aprovechó este escenario para referirse a la acción del Ejército que lo apartó de su cargo como un "atropello que se dio por un grosero cuerpo militar", pero aseguró que pese a esta situación el sigue siendo "el presidente constitucional".
REGRESO A HONDURAS
Asimismo, confirmó que regresará a su país el próximo jueves, 2 de julio, junto al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, los presidentes de Ecuador, Rafael Correa, y de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, y el presidente de la Asamblea General de la ONU, Miguel D'Escoto.
De esta manera, aclaró que no teme por lo que pueda suceder porque la consulta que pretendía hacer el pasado domingo, y que por el golpe de Estado no se pudo realizar, cuenta con el respaldo popular con el objetivo de "emponderar al pueblo".
"Me han hecho acusaciones en Honduras, pero nadie me ha hecho un juicio, nadie me ha convocado a un tribunal, nadie me ha dicho cuál es el delito ni presentado acusación", dijo.
Zelaya recordó el objetivo de "la encuesta" era preguntarle a la población si estaba de acuerdo o no con instalar una cuarta urna en las elecciones generales del 29 de noviembre, en la que se consultaría sobre la posibilidad de reforma la Carta Magna mediante una Asamblea Constituyente.
La crisis en Honduras estalló después de que un juez calificara de inconstitucional el referéndum y ordenara a los militares que no participaran en la jornada electoral del domingo. Ante esta situación, el Ejército se negó a repartir el material por lo que Zelaya respondió con la destitución del jefe del Estado Mayor Conjunto, Romeo Vásquez Velásquez.
"RESOLUCIÓN HISTÓRICA"
Por otra parte, Zelaya calificó de "histórica" esta resolución de Naciones Unidas que condena "la barbarie y el retroceso que un pequeño grupúsculo le quiere imponer a nuestro país" y recordó que "luchar por la democracia no es un asunto de un país ni de un pueblo" porque "cuando se defiende un país y un pueblo se defiende la democracia en el mundo".
Con esta decisión, opinó el mandatario, "el mundo toma conciencia de que no podemos utilizar la violencia para resolver problemas que se pueden resolver jurídicamente". Se acaba de "aprobar de forma unánime con la votación de todos los países integrados, eleva fuertemente la dignidad de los pueblos de Honduras y el mundo".
En su intervención agradeció el respaldo de todos los presidentes, entre ellos, al jefe de Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, a quien por equivocación llamó "Felipe Rodríguez Zapatero", al confundirlo con el ex mandatario Felipe González.
