SANTA CRUZ DE TENERIFE, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -
El 56,63 por ciento de enfermeras y fisioterapeutas ha sufrido comentarios o chistes sexistas ofensivos; el 33,69 por ciento una invasión deliberada de su espacio personal y se han sentido menospreciadas y el 27,24 por ciento un contacto físico no solicitado ni deseado, según recoge una encuesta elaborada por el sindicato Satse y hecha pública este martes.
Según la organización, esta tipo de situaciones pueden ser constitutivas de acoso sexual o por razón de sexo y se repiten de manera permanente y violentan y agreden a estas profesionales sanitarias.
La encuesta se realizó durante los meses de octubre y noviembre y forma parte de la estrategia de información y sensibilización que, bajo el lema 'Sí que pasa... Es acoso', ha puesto en marcha el sindicato en el marco del 'Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer'.
En esa línea subraya que dos de las múltiples manifestaciones de la violencia contra las mujeres son el acoso sexual y el acoso por razón de sexo, conductas "a menudo normalizadas o silenciadas, que muestran una desigualdad estructural y un ejercicio de poder de género, y que son las más frecuentes, ocultas e impunes en el ámbito laboral".
VIOLENCIA Y ABUSO
Esta realidad, detalla, provoca conductas violentas y abusivas que agreden y perjudican especialmente a las mujeres y a colectivos profesionales mayoritariamente femeninos.
"Las profesiones dedicadas al cuidado han sido históricamente estereotipadas y sexualizadas, lo cual se agrava por la cercanía física y la percepción errónea de que estamos 'al servicio' de otras personas", apunta.
Según la organización sindical, el sondeo realizado arroja datos "muy preocupantes" que hacen necesario continuar concienciando a profesionales, administraciones públicas, empresas privadas y a toda la sociedad para acabar con la violencia en el trabajo.
Incluso, la encuesta señala que el 13,26 por ciento de enfermeras y fisioterapeuta asegura haber experimentado intentos no deseados de tener una cita o proposiciones para tener actividad sexual a pesar de sus intentos de disuasión.
Otros datos son que el 37,99 por ciento dice que ha sido tratada de manera diferente por su sexo; al 36,56 por ciento le han contado historias o bromas sexuales que le resultaron ofensivas; el 31,90 por ciento, miradas insinuantes e inapropiadas de carácter sexual; y al 23,66 por ciento les han intentado tocar o rozar, y a casi al 21,51 por ciento de las personas encuestadas han llamado su atención de forma sexual (silbidos o piropos ofensivos).
La encuesta también concluye que el 42,38 por ciento asegura haber sufrido estas situaciones o similares entre 2 y 5 veces, y en el caso del 24,76 por ciento de las encuestadas, más de 10 veces a lo largo de su vida laboral.
El 60,48 por ciento ha sufrido alguna de estas situaciones en los últimos 3 años, recoge una nota del sindicato.
DESCONOCIMIENTO
En el 82,38 por ciento de los casos no se comunica al centro ni se denuncia.
Las causas principales son el desconocimiento del procedimiento y derechos existentes (38,51%) o la falta de confianza en la eficacia del procedimiento (37,27%).
El 67,32 por ciento de las enfermeras y fisioterapeutas encuestadas desconocen si existe un protocolo de actuación frente el acoso sexual y por razón de sexo al que acogerse, y solo el 12,84 por ciento afirma haber recibido información o haber tenido la posibilidad de formarse al respecto.
Ante esta realidad, el sindicato reclama que se promuevan condiciones laborales que prevengan el acoso sexual y por razón de sexo a través del cumplimiento exigente de los planes de igualdad y protocolos que buscan su prevención, detección temprana, denuncia y apoyo y asesoramiento a las víctimas.
Además, Satse Canarias exige al Servicio Canario de Salud la aprobación urgente del Plan de Igualdad para mejorar la prevención, detección temprana, denuncia, atención y asesoramiento a las víctimas.
TOLERANCIA CERO
El sindicato también solicita medidas preventivas que promocionen una cultura de "tolerancia cero al acoso" mediante la difusión e información del procedimiento existente, así como formación obligatoria para todo el personal y campañas de sensibilización permanentes.
Otras demandas de Satse son la inclusión de estos acosos en las evaluaciones de riesgos laborales como riesgo psicosocial; la protección integral a las víctimas frente a represalias y su acceso a apoyo psicológico y a la asesoría jurídica por si sus derechos laborales se han visto afectados, y la implementación de todas las actuaciones necesarias para restituir su salud psicológica y física.