Actividad física adecuada y alimentación equilibrada, fundamental para el control efectivo de los índices de obesidad

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Actualizado: domingo, 7 diciembre 2014 2:43

LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 12 Nov. (EUROPA PRESS) -

Una actividad física adecuada a cada tipo de persona unida a una alimentación equilibrada, es fundamental para un control efectivo de los índices de obesidad, según se ha concluido este miércoles en el simposio 'Retos de la Salud Pública en Nutrición: la perspectiva de la actividad física' celebrado en el marco del III Congreso Mundial de Nutrición y Salud Pública que se celebra en Las Palmas de Gran Canaria.

En este sentido, el catedrático del Departamento de Educación Física del Instituto de Investigaciones Biomédicas y de la Salud de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), José Antonio López Calbet, señaló que si en los últimos años la lucha contra la obesidad se ha centrado en la reducción de la ingesta de calorías, indicó que "aunque esta estrategia puede dar buenos resultados a corto plazo, en la mayoría de las personas no se produce el efecto deseado si ésta no va acompañada de cambios importantes en el estilo de vida".

Añadió que seguir una dieta basada en la reducción del aporte calórico "es todo un reto para ciertas poblaciones, como los niños", por lo que consideró que la "mejor manera es combinar una alimentación apropiada con un volumen de actividad física adecuado" para conseguir un "balance de energía negativo hasta conseguir el nivel de composición corporal idóneo", según informó la organización en nota de prensa.

Asimismo, apuntó que en los últimos siglos, la calidad, cantidad y seguridad de los alimentos han sido las "preocupaciones fundamentales" en salud pública, por lo que afirmó que "una vez superada esta fase, ahora es el exceso" de comida el motivo que centra las preocupaciones de los países desarrollados, agregando que para reducir estos índices de obesidad "es necesario concienciar de la importancia de conseguir un equilibrio entre la energía que se ingiere a través de una alimentación adecuada y la que se gasta gracias a la actividad física".

En este sentido, también puntualizó que el exceso de actividad física, no acompañado de una alimentación adecuada al desgaste energético, también puede conllevar consecuencias para el organismo.

"Se trata de una vía por la que el organismo reduce su masa corporal libre de grasa y que puede afectar al tejido musculoesquelético, esencial en la preservación de la masa ósea y para mantener la capacidad de hacer ejercicio. Esta pérdida de masa libre de grasa puede atenuarse realizando ejercicio de baja intensidad como puede ser caminar", resaltó.

Para el catedrático la actividad física óptima para prevenir la obesidad debe formar parte de un estilo de vida saludable y consideró que debe consistir en un ejercido programado por un especialista.

Por su parte, la catedrática de la Universidad Politécnica de Madrid, responsable del grupo de investigación ImFINE, miembro de CIBERobn, Marcela González-Gross, y participante el Simposio, apuntó que "el ejercicio físico debe realizarse a determinadas intensidades, para forzar los mecanismos fisiológicos y aumentar la fuerza muscular, la condición física cardiorrespiratoria, el equilibrio, la agilidad y la coordinación, a todas las edades".

Asimismo, también insistió en que este ejercicio físico "debe estar integrado en un estilo de vida activo, que incluya realizar transporte activo, como ir andando o en bicicleta, usar las escaleras en lugar del ascensor, y aumentar los momentos de actividad tanto en el colegio, en el lugar de trabajo, en casa o por la calle".

Por último, dijo que el "gran reto del siglo XXI es integrar la vida activa sin renunciar al progreso", asegurando que "son muchos los programas que están en marcha para aumentar" la actividad física de la población aunque afirmó que "aún falta concienciación y adherencia a los mismos".