AMPL.-Tribunales.-El jurado declara culpable al joven acusado de asestar 61 puñaladas a su padre en Telde (Gran Canaria)

Europa Press Islas Canarias
Actualizado: jueves, 16 octubre 2008 18:10

LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 16 Oct. (EUROPA PRESS) -

El jurado popular ha declarado hoy, tras el juicio que ha tenido lugar en la Audiencia Provincial de Las Palmas, culpable al joven E.T.B., acusado de asestar un total de 61 puñaladas a su padre, E.T.S., en el domicilio familiar de Telde, en Gran Canaria, a principios de 2006, después de que éste alegara estar "borracho" y padecer "esquizofrenia" en el momento de realizar el crimen.

De esta manera, se probó que el joven se echó la siesta una vez ocurridos los hechos, mientras que, al despertar, limpió la casa y escondió el cadáver debajo de la cama, huyendo del lugar después de haber dejado una nota en la cocina.

"El día que lo maté yo sentía odio porque estaba borracho, me encontraba muy mal y decidí matarlo; ese día yo quería matar a mi padre", afirmó E.T.B., de 28 años de edad, durante el juicio celebrado con Tribunal de Jurado en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Las Palmas en la capital grancanaria.

El acusado, a quien la Fiscalía pide 20 años de cárcel por un presunto delito de homicidio y otro de robo, aseguró durante el juicio que cogió un cuchillo para matar a su padre porque éste "le incitó a beber" en un bar desde las 11.30 horas hasta las 15.30 horas del día 2 de diciembre y explicó que "la medicación junto con el alcohol" le sentaron "mal", ya que había bebido "más de 20 copas de vodka con Red Bull".

El jurado considero probados todos los hechos de la acusación que se le imputaron a E.T.B., menos que tanto hijo como padre bebieran alguna cantidad de alcohol sin llegar a emborracharse y que le diera un puñetazo a su padre en el mentón antes de empezar a asestarle puñaladas.

Sobre los hechos que determinan la exención o modificación de la responsabilidad penal, el jurado creyó no probado que el acusado tenía anuladas sus facultades para saber lo que hacía o la capacidad de querer actuar como consecuencia de un brote sicótico agudo, resultado de la esquizofrenia que padecía.

UN TOTAL DE 61 PUÑALADAS

Por otra parte, durante el juicio celebrado el pasado lunes, E.P.T. reconoció ser autor de los hechos, aunque dijo que "en ese momento no estaba bien porque estaba bajo los efectos del alcohol" y porque padece de "esquizofrenia".

Aseguró que al llegar a casa durmió la siesta y después se levantó para comer. En ese instante cogió un cuchillo y lo escondió en el bolsillo delantero derecho de su pantalón.

Seguidamente se dirigió a la habitación de su padre, que estaba sentado en la cama, y mantuvieron una discusión. Le dijo que era "un mal padre" y que no le "quería".

Así, según él, le propinó un "fuerte" puñetazo en la cara que hizo que su padre cayera al suelo y, al levantarse, le asestó una puñalada en el cuello, una acción que el jurado consideró como no probado. De este modo, una vez la víctima en el suelo, E.T.B. se colocó encima y le empezó "a dar puñaladas en el cuello, en el corazón, en el tórax y en la espalda", relató durante su interrogatorio.

"Cada vez que le veía moverse le daba puñaladas, cuando terminé me marché de la habitación y lo dejé allí, la habitación estaba llena de sangre", añadió el procesado, que indicó que, acto seguido, se fue al salón, durmió la siesta y se despertó por la noche.

Además, al despertarse limpió "toda la sangre con la fregona" y con productos de cocina y arrastró el cuerpo hasta su habitación, lo metió "debajo de la cama" y le puso "las manos en los calzoncillos para que no se viera el cuerpo". Después dejó la fregona y el cubo en el baño cuando el agua ya estaba "transparente". No obstante, aseguró que "estaba inconsciente debido a la bebida" y no se "acordaba de nada"; en cambio sí dijo ser conciente de que "lo estaba escondiendo".

ARREPENTIDO

Posteriormente, salió a la calle y se echó a llorar porque "estaba arrepentido", luego volvió a su casa, siguió llorando en el salón y llamó a su psicólogo, a quien sólo dijo que su padre y él habían bebido, pero "no que le había matado".

E.T.B. añadió que su madre y su hermana llegaron por la noche a la casa y preguntaron dónde estaba su padre y él les dijo que "se había cogido una borrachera y se había ido". De este modo, ellas salieron a buscarle en el coche mientras él aprovechó para dejar el cuchillo en la cocina junto con una nota en la que decía: "mi padre está muerto, está en casa, debajo de la cama".

A continuación, se vistió y huyó con la tarjeta de crédito de su progenitor asociada a una cuenta de una entidad bancaria y de la que no estaba autorizado para disponer, con el propósito de obtener un beneficio patrimonial ilícito, y sacó de un cajero automático 150 euros.

Finalmente, ese día fue a un bar en Moya, al norte de la isla, comió y leyó en los periódicos que la policía le buscaba. Cinco días después de los hechos se entregó en la Jefatura del Cuerpo Nacional de Policía en Las Palmas de Gran Canaria.

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