Científicos de Tenerife contrarios al puerto de Granadilla defienden que "no todo lo que dice el Gobierno va a misa"

SANTA CRUZ DE TENERIFE, 10 Mar. (EUROPA PRESS) -

Profesores y científicos de Biología Marina y de Geografía de la Universidad de La Laguna (ULL), y contrarios a la construcción del puerto de Granadilla (Tenerife), han defendido hoy que lo que no es válido del discurso sobre este proyecto es que "lo que diga el gobierno va a misa", porque hay muchos proyectos que han contado con la "bendición" del Ejecutivo regional que han sido echados para atrás por los tribunales.

Así lo ha defendido el Catedrático de Zoología y Oceanografía Biológica de la ULL, Alberto Brito, que se sentó en la mesa para convocar a la ciudadanía a la manifestación del próximo sábado 14 de marzo en defensa de los sebadales de Granadilla junto con el también biólogo y profesor emérito de la ULL, Wilfredo Wildpret, su compañero de departamento y profesor de Biología Marina, Jacinto Barquín, y la catedrática de Geografía, Luz Marina García.

"Nosotros como buenos ciudadanos creemos en la justicia y lo que diga es válido. Lo que no puede ser es que lo que diga el Gobierno de Canarias va a misa, porque --como en cualquier otro gobierno-- hay muchos proyectos para atrás, como es el caso de la embotelladora de Taguluche (en La Gomera) cuyo proyecto ha sido desautorizado por el Tribunal Superior de Justicia y no se va a hacer. Lo que digan los tribunales es lo que es", aseveró Brito.

En este sentido, Wildpret valoró que en estos momentos "el problema de los sebadales de Granadilla ha calado", señalando que la manifestación de este sábado pretende ser "respetuosa" en la que se manifieste el "desacuerdo con las decisiones políticas frente a la de muchos científicos que llevan trabajando en el medio marino y terrestre, casi 40 años, de manera continua en el mundo geográfico y de la biología marina y terrestre".

El profesor emérito subrayó, además, que no se contempla el medio marino al igual que el terrestre". En la misma línea, Brito indicó que en una reunión con "Adán Martín, cuando era presidente no quería oír hablar del tema". "No hay más que ver como se encuentra nuestro litoral y los primeros metros de mar de la isla", enfatizó.

Wildpret defendió, por otro lado que esta manifestación está reconocida por el estado de derecho. "El estado de derecho reconoce que si hay alguna observación contraria tenemos derecho a manifestarlo no hay animadversión, tiene que haber respeto". Recordó que tiene "grandes amigos" que defienden el puerto de Granadilla con los que ha mantenido peleas virulentas y que "usan hasta el insulto para impedir el que yo democrática y pacíficamente me pueda mostrar en contra de una cosa que es injusta e irreparable".

"Creemos que se va a cometer un atentado importante sobre uno de los recursos marinos más importantes del archipiélago canario y además está seriamente amenazado", precisó uno de los fundadores de la Asociación Tinerfeña de Amigos de la Naturaleza que señaló que a los congregados les interesaba el sebadal y les preocupaba la descatalogación de los Lugares de Interés Comunitarios por ser fruto, en ocasiones, "de la presión especulativa y de la realidad del modelo económico que está periclitando".

Los biólogos y geógrafos coincidieron en que las obras del puerto de Granadilla no crearán tanto empleo como el turismo --por el aprovechamiento de las playas de La Tejita y el Médano-- o los estudios ambientales y científicos así como los recursos marinos que las más de 100 especies conocidas y "las muchas otras desconocidas" pueden suponer para el archipiélago.

Sobre los daños a las conocidas playas naturales de arena blanca, Wildpret recordó el impacto del puerto de Santa Cruz de Tenerife sobre la denominada playa de 'acapulco' en Valleseco, en dónde, "no hay vida". "Esto ha de servir de ejemplo para saber qué va a pasar en el entorno del muelle previsto en Granadilla", reseñó.

Barquín apuntó por su parte que se convoca a los ciudadanos "para evitar lo inevitable, destructivo o irreversible, con un ecosistema capital para la biología del litoral de manera irreversible, no va a haber posibilidad de volver al estado anterior". La obra no permitiría en ningún caso su recuperación. "No he visto crecer una seba sobre cemento apostilló".

En esta misma línea, Brito recordó que el puerto de Granadilla es sólo la punta del iceberg, "sólo hay que ver el mapa de puertos deportivos en Tenerife. Toda la costa llena. Todos estos proyectos van a dañar los sebadales y otro tipo de ecosistemas, porque el desarrollo se va a seguir haciendo ahí --en el litoral-- hay que blindarnos, porque se le va a hacer daño". "En dos o tres generaciones nos vamos a cargar la costa en Tenerife", apostilló.