LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 10 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Canarias ha aprobado en Consejo de Gobierno declarar Las Salinas de Arinaga, en el municipio grancanario de Agüimes, como Bien de Interés Cultural (BIC) dentro de la categoría de Sitio Etnológico, según informó hoy el Ejecutivo regional.
Estas salinas formaban parte de un complejo localizado en la costa sureste de la isla, del que en la actualidad sólo quedan en activo tres ejemplos situados en Tenefé, Arinaga y Bocabarranco. Además, responden al modelo Mediterráneo caracterizado por el asiento artificial sobre barro apisonado, que, anunció el Ejecutivo, "va a sufrir una serie de variaciones con el objetivo de adaptarlas a las condiciones intermareales de Canarias y a la escala de su modelo de socioeconómico".
Este nuevo Bien de Interés Cultural abarca una superficie de 26.418,696 metros cuadrados con un perímetro de 743, 151 metros que ha estado dividida en dos unidades productivas dentro de la misma parcela. La del Norte, "se vio afectada por las obras de encauzamiento del Barranco de Balos o Barranco de Guerra reduciendo parte de la superficie productiva, especialmente a los concentradores que las alimentaba".
La conservación de estas salinas supone, para el Gobierno de Canarias, "una garantía de continuidad para un oficio, el de salinero, que guarda una importante carga histórica ligada a los inicios de la actividad".
Además, Las Salinas de Arinaga son "modelo de interacción ambiental entre el aprovechamiento de los recursos y las condiciones del medio natural". De esta manera, indicó la Administración, "se comportan como marisma artificial, generando un ecosistema en el que tienen su hábitat un número importantes de especies naturales y vegetales", destacando en el capítulo ornitológico, como estación de paso y avituallamiento de aves migratorias.
La zona fue descrita en su día como improductiva e incapaz de sembrado pero se la instalación de salinas se vio como oportunidad de negocio y puesta en valor del espacio, en un momento, siglo XIX, donde las industrias de salazón demandaban importantes cantidades de sal para conservantes de las capturas obtenidas en el banco pesquero canario-sahariano.
El Gobierno de Canarias ha destacado también los inmuebles de la zona, en especial la conocida como Casa del Obispo, primera capilla levantada en Arinaga, y la Casa de los Cuatro Picos, destinada a vivienda de los salineros. Ambas "parecen ser las edificaciones más antiguas y frágiles, ya que han estado expuestas a las embestidas del mar por su localización en primera línea".
Desde su construcción las salinas se mantuvieron en activo, pasando de titulares y siendo salineros distintas familias. Tras la expropiación en los años 70 por parte del Cabildo, los salineros mantuvieron la actividad hasta esta misma zafra en condiciones precarias. En la década de los setenta la crisis del sector se acentúa y la producción se reorienta hacia el consumo insular, dentro del abanico de usos que tradicionalmente ha tenido la sal (conservante, condimento, industria de la piel, fábrica de piensos, etc.).
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