Un equipo técnico de la Universidad de La Laguna recompone la fuente de la Alameda

Europa Press Islas Canarias
Actualizado: domingo, 9 marzo 2008 17:33

Santa Cruz de Tenerife, 9 Mar. (EP/IP) -

La fuente de la Alameda del Duque de Santa Elena ha sido restaurada por un equipo técnico de la Universidad de la Laguna, en el curso de los trabajos de remodelación de la Plaza de España, que ejecuta la unión temporal de empresas formada por Acciona Infraestructuras y VVO Construcciones y Proyectos. El Cabildo de Tenerife costea el 80 por ciento de esta remodelación, cuya fase final se realiza en la actualidad, y el Ayuntamiento de Santa Cruz aporta el 20 por ciento restante.

El vicepresidente primero del Cabildo y consejero insular de Turismo, José Manuel Bermúdez, recuerda que durante la ejecución de la remodelación de la Plaza de España "se ha tenido muy en cuenta el respeto al patrimonio histórico artístico existente, como se pone de manifiesto en las tareas de restauración llevadas a cabo no sólo en esta fuente sino también en el Monumento a los Caídos o en la reconstrucción del pórtico de entrada a la Alameda del Duque de Santa Elena".

La fuente está emplazada en el interior de la Alameda, un espacio destinado desde sus orígenes a jardín y paseo, auspiciado por Miguel de la Grúa Talamanca, marqués de Branciforte y comandante general de las islas, quien, hacia 1787 discurrió la idea cuando acometía la reforma del muelle. En la memoria del proyecto de Plaza de España esta pieza artística fue descrita de la siguiente manera: "Se compone esta fuente, amén del citado estanque hexagonal, de un pie cuyo primer tramo, a modo de pedestal, es poliédrico, y cuya parte superior tiene forma abalaustrada, con decoración de gallones, roleos y telas colgantes -motivo éste de inspiración neoclásica-; tres conchas unidas conforman la taza, y tres delfines con las aletas entrelazadas y las cabezas vueltas hacia abajo, el surtidor, vertiéndose el agua a través de las bocas de los peces".

Un equipo de especialistas de Restauración de la Universidad de La Laguna ha tenido la responsabilidad de recomponer el estado de deterioro de este elemento de ornamentación, esculpido en mármol, que según la historiadora Carmen Fraga "constituye el punto de unión con las fuentes decorativas del XIX, siendo la primera en romper con la tradición de la pila colocada en la plaza como elemento de aguada y de socorro ante posibles incendios", según reza en la citada memoria.

El equipo de restauradores está compuesto por María Isabel Sánchez Bonilla, catedrática de Escultura de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de La Laguna, y por Tomás Oropesa Hernández y Mauricio Pérez Jiménez, ambos profesores de la citada institución académica. Estos tres investigadores, que restauraron esta fuente junto a los becarios de la citada facultad María del Mar Prendes y Carmen Gloria Martín, habían participado en una restauración anterior de este elemento, mucho más exhaustiva, después de que fuera objeto de los actos vandálicos durante los Carnavales de 2003.

La catedrática María Isabel Sánchez recuerda que al finalizar esta primera e intensa intervención, la fuente difería de su estado original sólo en que carecía de los tres delfines de la parte superior, que se perdieron como consecuencia de los referidos actos vandálicos, y en la ausencia de varios de sus anteriores escalones, lo cual hace pensar que fueron eliminados a propósito en otros trabajos de restauración. Su equipo había trabajado para reaprovechar uno de los laterales que estaba totalmente deteriorado y emplearlo en la recomposición de otros fragmentos de la pila igualmente dañados -entre ellos una de las tres conchas- y también para llevar a cabo la propia reposición de este costado a partir de una nueva pieza de mármol de carrara. Asimismo, efectuaron la instalación de nuevas sujeciones en bronce.

Posteriormente, al inicio de los trabajos de remodelación de Plaza de España, las corporaciones participantes en este proyecto consideraron que si bien el estado de la fuente no era, afortunadamente, tan crítico como entonces, sí requería en cualquier caso otra intervención para reparar cuidadosamente nuevos desperfectos. Los cinco especialistas en Restauración se encontraron con que las uniones de los módulos que conforman la fuente en la parte baja se habían abierto, lo cual fue corregido aplicando masilla de color blanco y transparente en función de si las partes deterioradas estaban localizadas o no a la vista, algo parecido a lo que ocurría en las uniones de la parte alta, en cuyo caso se optó por cerrarlas con tapones.

También se les encomendó una labor de limpieza y de mejora general para, entre otras cosas, erradicar los efectos del impacto externo. De hecho, se da la circunstancia de que la fuente de la Alameda tuvo que ser elevada aproximadamente medio metro respecto a su ubicación original para quedar nivelada a la misma altura del nuevo pavimento de su entorno. No en vano, la variación de la altura del firme se ha llevado a cabo en varios puntos afectados por la remodelación de la Plaza de España.

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