Herralde: "En los 70, un editor era como un guerrillero de la cultura"

Actualizado: sábado, 27 septiembre 2008 10:38

SANTA CRUZ DE TENERIFE, 27 Sep. (EUROPA PRESS) -

Los editores españoles independientes en los años setenta se sentían "como un guerrillero de la cultura" ya que la edición de libros iba asociada a una labor de proyección de ideas y de propuesta cultural que hoy no todos los editores conservan, según indicó hoy el editor de Anagrama, Juan Herralde en la V Feria de la Edición que se celebra en Santa Cruz de Tenerife.

Durante una hora y media, Herralde desgranó retazos de su dilatada trayectoria y premió al público con brillantes declaraciones y anécdotas íntimas de su relación con los escritores, según ha informado la organización en un comunicado.

Junto a esa especie de 'guerrillero cultural' que fueron esos editores, Herralde mencionó a los libreros independientes, vocacionales, que aún quedan en España y que "son los aliados naturales" de los editores. El papel del editor, señaló Herralde, es el de "actuar como un filtro muy severo" para construir un catálogo orientado por criterios literarios y culturales. "Hay que ser primero un severísimo guardián y, en segundo lugar, actuar como un hooligan para defender al libro y al autor".

La función del editor, según la experiencia del editor catalán, es "elaborar un catálogo y potenciar a los autores". Una vez elaborado, el catálogo "debe ser algo más que la suma de las partes", es decir, algo más que la enumeración alfabética de cada uno de los autores que el editor propone a los lectores. Se convierte así en una especie de "club" al que los autores aspiran a pertenecer.

En Anagrama dos objetivos impulsan la incorporación de autores a la nómina de la editorial: la introducción de autores que son "las nuevas voces del tiempo, que se conviertan en los clásicos del futuro", como Paul Auster, y el rescate de los clásicos abandonados, como Vladimir Nabokov.

A una pregunta de Alfonso González Jerez sobre la fórmula empleada por la editorial para evitar caer en la "tentación de los best-sellers", Herralde comentó que Anagrama se ha encontrado varias veces con "best-sellers inesperados", como 'Ébano', el gran reportaje africano de Ryzsard Kapuscinsky.

Este libro además sirvió como tarjeta de presentación del autor a los lectores, que tras su lectura han rescatado otras obras del periodista polaco incluidos en el catálogo de Anagrama desde años antes.

El editor señaló también el caso de la novelista norteamericana Patricia Highsmith, cuyas obras sustituyeron como libros de cabecera a los libros de Althusser y Gramsci, cuando los lectores dejaron de leer textos políticos, decepcionados por el baño de realidad que supusieron las elecciones de junio de 1977 y el consiguiente abandono de las utopías libertarias de finales del franquismo.

El editor catalán, que se confesó "optimista" sobre el futuro del libro, afirmó que "el perfecto invento del libro va a subsistir" y se refirió a la tesis del "huevo frito", en palabras del italiano Alessandro Baricco, quien compara el mundo editorial con un gran huevo frito en crecimiento: mientras crece la clara, la yema también crece, donde la yema son las obras literarias de calidad y la clara los grandes éxitos del mercado.