Gráfica que muestra como el porcentaje de generación estable era de los más bajos del mes en el día del apagón, según un estudio realizado por la Universidad de las Hespérides. - Universidad de las Hespérides
LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 30 Abr. (EUROPA PRESS) -
Un informe realizado por la Universidad de las Hespérides culpa a la política energética del apagón total sufrido en la península ibérica este lunes por insuflar "fragilidad" en el sistema eléctrico español a través de un exceso de renovables.
El informe está firmado por el economista español Daniel Fernández Méndez, por el también economista y rector de la Universidad, Gabriel Calzada, y por el físico de partículas y experto en energía nuclear, Manuel Fernández Ordóñez, adscritos al Centro Peter Huber de dicha Universidad.
El informe concluye que la responsabilidad del cero energético peninsular la tiene "la fragilidad que la política energética desarrollada en España en los últimos años ha introducido en el sistema eléctrico". "Cuando un sistema es frágil, cualquier estresor puede hacer que el sistema colapse", aseguran en el texto al que ha tenido acceso Europa Press.
Para los expertos, "el sistema eléctrico español está dando muestras de fragilidad" porque España ha hecho "caso omiso y oídos sordos a las voces reflexivas" que decían que "la instalación masiva de energías intermitentes asíncronas (solar y, salvo excepciones, eólica) traería problemas en el futuro". "Al parecer, ese futuro ya ha llegado", sentencian.
SEGURIDAD DE SUMINISTRO, "PARÁMETRO CRÍTICO"
El informe ve necesario "reflexionar sobre la sostenibilidad de las políticas energéticas y su influencia en la sociedad y economía españolas, teniendo en cuenta la seguridad de suministro como el parámetro más crítico a considerar".
"La energía es el pilar fundamental sobre el que se asienta el progreso de las sociedades y llevar a cabo políticas energéticas erróneas nos conducirá a un desastre de imprevisibles consecuencias", concluyen.
Los expertos han analizado datos del lunes y concluyen que el porcentaje de generación estable era de los más bajos del mes en el día del apagón, explicando que "esta combinación puede haber sido la causa de la vulnerabilidad de la red eléctrica en España, que posteriormente se vio a merced de la caída de parte de la generación, desembocando en el apagón final".
PODÍA HABER OCURRIDO ANTES
"No es la primera vez que el sistema eléctrico español se encuentra bajo estrés operativo y, posiblemente, eventos como el sucedido pudieran haber ocurrido con anterioridad si se hubieran dado las condiciones necesarias. Cuando la fragilidad de un sistema se incrementa, lo habitual es que tarde o temprano colapse", lamentan.
El documento explica también que la energía solar "tiende a desplazar a tecnologías que pueden generar energía con un coste marginal muy bajo como es el caso por ejemplo de la energía eólica" pero también "a desplazar a energías que estabilizan la frecuencia del sistema eléctrico como la nuclear, el gas o la hidráulica".
"Como hemos explicado, para que el sistema eléctrico no colapse se necesita que la energía producida y consumida casen en cada momento. Esta es la razón por la que los mercados eléctricos son especiales y cuentan con un operador del sistema que ordena a diferentes centrales producir o dejar de producir en función de la situación que se presente", continúan.
ALGUNAS CENTRALES PUEDEN ABSORBER UN CAMBIO DE FRECUENCIA
Así, "cuando se produce algún desbalance entre la energía producida y consumida, ya sea por exceso de oferta o de demanda, la frecuencia de la red cambia y, si se superan unos umbrales determinados, la red puede colapsar". "Algunas centrales de energía, aquellas que cuentan con turbinas, generan lo que se conoce como inercia. Esta inercia permite acomodar determinadas variaciones de frecuencia de manera automática (incrementando o disminuyendo la velocidad de giro de las turbinas, compensando de este modo esas variaciones)", inciden.
Es por ello que consideran que "la penetración cada vez más alta de energías renovables variables (solar y eólica) está ocasionando que, paulatinamente, las energías convencionales que cuentan con inercia vayan siendo expulsadas del mercado en determinadas horas", provocando esa "fragilidad" del sistema.