SANTA CRUZ DE TENERIFE, 2 (EUROPA PRESS)
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) denunció hoy una nueva práctica "fraudulenta", tras constatar que se venden pescados criados en cautividad (doradas y lubinas) como si fueran salvajes.
Ante este hecho, la empresa Doradas y Lubinas de Canarias (Dylcan), a través de su jefe de administración, Yeray García, ha sido rotundo al señalar en declaraciones a Europa Press que "en absoluto" vende sus productos como si procedieran de pesca extractiva, y añadió que este tipo de acciones se realiza, sobre todo, "en minoristas o pequeñas pescaderías".
García explicó que 'Doradas y lubinas de Canarias' es "una marca que nosotros comercializamos, una marca propia a través de la que informamos a los clientes que el pescado que se está poniendo a la venta ha sido criado en cautividad, los beneficios que tiene, entre otros".
Según la OCU, "mucha gente considera que el pescado salvaje es mejor que el de acuicultura" y, en este sentido Dylcan explicó que las ventajas de consumir peces en cautividad "radica en que se conoce que el proceso de crianza desde que el pez es tan sólo una larva hasta que ya se puede comer; por tanto, sabemos perfectamente qué es lo que ha comido ese pez, si ha tenido o no enfermedades, etcétera, es decir, podemos garantizar perfectamente que está apto para el consumo".
La empresa Dylcan vende prácticamente en todas las grandes superficies, no sólo en Canarias sino también en resto de España y en el extranjero (Rusia, Alemania y Estados Unidos), y todas estas especies "se venden como un producto de acuicultura, lo que queda especificado en el punto de venta donde el pescado está acompañado de una etiqueta en donde se indica dorada o lubina de crianza.
MINORISTAS Y PEQUEÑAS PESCADERÍAS
En cuanto a las ventajas que pueden traer consigo este tipo de acciones "fraudulentas", García señaló desconocer qué tipo de ventajas pueden generar "ya que el precio de un pescado de crianza no es mucho más bajo que el pescado salvaje".
"Quizás --añadió-- donde se puede estar haciendo este tipo de acciones es en minoristas y en las pequeñas pescaderías donde no especifican muy bien el pescado que venden, es decir, compran la mercancía a través de nuestros comerciales pero luego estas pescaderías no especifican bien, no sé si con intención o no, que son productos de acuicultura, algo que, sin duda, no ocurre en las grandes superficies".
Por otra parte, según la Organización de Consumidores y Usuarios, diferenciar un ejemplar silvestre de uno criado en cautividad "es complicado, lo que favorece el fraude".
Dylcan explicó que es complicado "porque los criaderos están en el mar, y la única diferencia es la alimentación que tienen ya que, por ejemplo, nosotros alimentamos a los peces con pienso de pescado", y recalcó, además, que los propios biólogos de la empresa "han comentado que las personas que llevan tiempo probando pescado de crianza, posiblemente, puedan notarlo, pero garantizan que diferenciar un pescado de otro es muy complicado en cuanto a sabor y a simple vista, sobre todo para el consumidor".
Asimismo, García afirmó que todavía "hay ciertas personas que ven el pescado de acuicultura como algo químico, es decir, algo hecho a través de un proceso químico y no tiene nada que ver. Es todo lo contrario, están criados a través de un proceso natural que está continuamente controlado y es objeto muy a menudo de inspecciones por parte de Sanidad".