LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 3 Oct. (EUROPA PRESS) -
El vicepresidente de la Cámara de Comercio de Las Palmas, José Miguel Suárez, ha criticado hoy que los Presupuestos Generales del Estado (PGE) no contemplen el proyecto del tren de Gran Canaria porque, a su entender, si esta isla no impulsa este medio de transporte se convertirá "en una isla menor".
"Como canario de Gran Canaria lo que no me ha gustado es la solución que se ha tomado al tema del tren, no me ha gustado en absoluto porque o Gran Canaria tiene su tren o Gran Canaria se convierte en una isla menor", así lo manifestó Suárez en declaraciones a los medios durante un desayuno informativo.
De todos modos, añadió que el vicepresidente segundo y el ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, así como los consejeros de Hacienda de las comunidades autónomas se habrán planteado que les "gustaría dar más pero los ingresos no lo permiten". "Me parece muy mal la rebaja del Gobierno central a Canarias pero Canarias no tiene miedo a las crisis", apostilló.
En relación con el proyecto del tren apuntó que la Cámara de Comercio de Las Palmas está apostando "firmemente por el tren aunque sabe que, por supuesto, va en contra del monopolio del transporte de carretera, y entiende también que esto no guste a distribuidores e importadores de coche, pero de lo que sí está convencidos es que a Gran Canaria no se le puede agredir".
Suárez incidió en que Gran Canaria "necesita un transporte alternativo". Agregó que el sector turístico "está manteniendo el problema aunque el sector servicios también está entrando en el tobogán de la desaceleración. Hay que cambiar de aptitud".
Por ello, apostó por "el rendimiento, la productividad y el entendimiento" entre la clase empresarial y los sindicatos para salir de la situación porque sino "se caerá en un problema y en lugar de salir en tres años se hará en cinco. Esto está tan complicado que con poquito que se haga, se puede mejorar", sentenció.
UN 2009 DIFÍCIL
En cuanto a las previsiones, anunció que el 2009 se presenta como un año "altamente complicado", por ello, señaló que el sector bancario tendrá que "estudiar muchas cosas porque en la última crisis los bancos tenían liquidez pero hoy en día no. La banca mientras pueda aguantar, no le va a quedar más solución que ayudar".
De todas formas, apuntó que la realidad pasa porque "todo el mundo empiece a tomar conciencia de que esto ha cambiado". "No podemos seguir hablando de calidad de vida, de bienestar social porque la primera pregunta es con qué lo pagamos, sería necesario subir los impuestos pero en esta situación subir los impuestos es bastante complicado".
Asimismo, reconoció que los ingresos "han disminuido a nivel nacional y regional" porque el Estado "tiene falta de ingresos al igual que muchas comunidades autónomas". En cuanto al Gobierno canario señaló que ante esta situación "está haciendo lo que puede porque no tiene mucho más mimbres para el tema".
FALTA DE PREVISIONES
De todos modos, Suárez indicó que "faltó mucha previsibilidad" durante la primavera de este año para "de repente" encontrar una situación a la que se le denominó desaceleración "pero nunca se llamó crisis". Añadió que, en realidad, se ha pasado de una "desaceleración a una recesión --más de dos trimestre de decrecimiento--, sin haber pasado por el purgatorio que se llama crisis".
Sin embargo, indicó que la realidad está mostrando como las cifras del paro "aumentan de una manera galopante y que la salvación del país, que era el inmigrante, ahora uno de cada dos parados es inmigrante", entre otros.
Suárez adelantó que, probablemente, a final de año en España haya 3 millones de obreros parados o que entre jubilados y clases pasivas se podría hablar de unos 8 millones de personas, entre otros, se desprende que hay una "gran masa que no produce y si lo tienen que mantener los que producen, si de verdad no se produce, ¿Cómo salimos de aquí?".
