Uno de los mayores obstáculos en el reciclaje de plásticos siempre ha sido la necesidad de clasificar meticulosamente los residuos plásticos por tipo - UNSPLASH
SANTA CRUZ DE TENERIFE 17 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Universidad de La Laguna (Tenerife), en colaboración con organización senegalesa Hahata, ha clausurado recientemente el proyecto universitario de cooperación al desarrollo Miniplastic, celebrado en la comunidad rural de Gandiol, en la región de Saint-Louis (Senegal).
Con un presupuesto de 80.000 euros y una duración de doce meses, sus objetivos se han centrado en ofrecer soluciones sostenibles al problema crítico de los residuos plásticos, fomentando la sensibilización comunitaria, la protección ambiental y el desarrollo humano equitativo.
La iniciativa, puesta en marcha en 2024 ha contado con la financiación de la Viceconsejería de Acción Exterior del Gobierno de Canarias, según ha informado la institución académica en una nota.
Formulado por José M. González-Casanova, técnico de cooperación al desarrollo del Vicerrectorado, y Lorenzo Favarato, coordinador de proyectos de Hahatay, este proyecto ha estado liderado por las profesoras Cintia Hernández Sánchez y María Milagros Laz Pavón, del Departamento de Ingeniería Industrial de la Universidad de La Laguna.
DETALLES DEL PROYECTO
En el marco del proyecto local Defaratt -término wolof que significa "volver a hacer" o "reciclar"-, la aportación de Miniplastic ha sido clave para fortalecer esta empresa social dedicada al reciclaje y transformación de plásticos con energía solar, al tiempo que se impulsaba la capacitación de técnicos locales y la creación de estrategias que aseguren la sostenibilidad económica y operativa de la iniciativa.
La iniciativa también ha promovido actividades de sensibilización ambiental, involucrando directamente a jóvenes y mujeres en talleres comunitarios, obras de teatro interactivas y programas audiovisuales que integran la cultura como motor de cambio social.
Asimismo, se ha trabajado en la instalación de contenedores para la clasificación de residuos y en la mejora de infraestructuras comunitarias, garantizando la continuidad del modelo a través de convenios con las autoridades locales.
En la clausura, se ha destacado la importancia de articular políticas de sostenibilidad y salud pública en contextos vulnerables, recordando que la reducción del uso de plásticos no solo protege los ecosistemas locales, sino que también mejora la calidad de vida y la salud de las comunidades.