LOGROÑO, 23 May. (EUROPA PRESS) -
El candidato del PP a la Alcaldía de Logroño, Julio Revuelta, reclamó hoy a la Administración central que financie al Ayuntamiento de Logroño con 2 millones de euros para atender "correctamente" a los alrededor de 20.000 inmigrantes con los que cuenta la ciudad, es decir unos 100 euros al año por cada uno de ellos. Recordó que el Ayuntamiento atiende "a todo el que viene a la ciudad" para "lo que necesita recursos adecuados".
Revuelta realizó estas manifestaciones durante la comparecencia de prensa en la que analizó las propuestas de su programa electoral referidas a la inmigración. El candidato popular recordó que el incremento de la población extranjera en los últimos años en Logroño "ha sido prácticamente la base del crecimiento de la población total", por lo que constituye "uno de los retos más importantes de futuro".
Es un hecho que deber ser "regulado correctamente" para que "mantengamos los niveles de convivencia, de empleo, de seguridad y de relación entre las personas".
Un reto en el que dijo "hay que trabajar de manera unida todas la Administraciones". Con respecto del Estado, apuntó que su "mayor competencia" es el "control de la inmigración para que sea legal, ordenada y adecuada a la situación de cada ciudad". Por ello hay que "establecer los cupos razonables para que la integración sea real", y en caso de que se produzca la inmigración ilegal "se proceda a su expulsión".
Revuelta apostó porque el padrón municipal "no sea un mero instrumento para conocer cuantas personas se han empadronado en la ciudad, sino que sea un instrumento de colaboración". Explicó que a través de esta herramienta se podría conocer "adecuadamente" la situación de cada uno de las personas que está en la ciudad de Logroño.
En este sentido, abogó por conocer "si es legal o ilegal, si trabaja o no trabaja", cuestiones que "no impiden el empadronamiento, pero que serían un elemento válido para conocer la situación real y poder actuar". La documentación se trasladaría a la Delegación del Gobierno en La Rioja para que actuase.
El candidato popular propuso elaborar una normativa que impida las denominadas "casas pateras", es decir viviendas donde hay un enorme número de personas empadronados. Con ello se evitaría "el abuso y explotación de personas por parte de las mafias, el deterioro de la convivencia en los inmuebles donde se produce y el hacinamiento".
La norma establecería el número máximo de personas por vivienda, si bien "todavía no esta definido, porque habrá que estudiar las características de la vivienda o la edad de las personas", entre otras cuestiones.
Indicó que en Logroño, en algún caso "se han detectado que hay más personas en una vivienda de las que las que razonablemente deberían vivir" e incluso "turnos de uso de habitaciones", si bien "no es algo extendido".
Revuelta señaló que de cara a la integración de los inmigrantes "el idioma es un maravilloso vehículo", por lo que dijo que hay que llegar a acuerdos con colectivos sociales y sindicatos para que los cursos de formación "priorice la integración en nuestra cultura", donde "es más importante que un extranjero aprenda correctamente y pronto el idioma a facilitarle folletos en su idioma para llegar a determinados servicios municipales".
No obvió en su intervención el "concepto de arraigo", de aquellos que vienen a la ciudad "trabajan, crear riqueza, mejoran y aportan riqueza", que contrapuso al "efecto llamada", de los que "vengan a Logroño porque está todo resuelto".
En este sentido indicó que determinadas cuestiones como el acceso a vivienda protegida o ayudas a guardería "fomentan el tiempo de estancia", teniendo en cuenta que "cuanto más tiempo de residencia se tiene, más puntos se tienen para acceder a determinadas ofertas".
Preguntado por los periodistas acerca de la posibilidad de construir una mezquita en Logroño, Revuelta apuntó que Logroño "admite la instalación de cualquier centro de culto", si bien "lo que no cabe es la construcción de la gran mezquita del norte de España". Recordó que cuando se planteó esta última cuestión "me puse firme y no permití esa instalación", actitud que "mantendré en el futuro, porque no se corresponde con el modelo que tenemos de ciudad, ni de convivencia".