El Consejo del Rioja ve "negativa" para el futuro del sector vitivinícola la actual propuesta de reforma de la OCM

Actualizado: viernes, 27 julio 2007 15:18

LOGROÑO, 27 Jul. (EUROPA PRESS) -

El pleno del Consejo Regulador, reunido en sesión extraordinaria con el objetivo de analizar la propuesta de reforma de la OCM vitivinícola, acordó "por unanimidad" adoptar una postura "nítidamente contraria" a los planteamientos que contiene y a las medidas que propone.

Apunta, en este sentido, que "ataca" las bases fundamentales del sistema europeo de las denominaciones de origen que vertebran la producción de vinos de calidad, "poniendo en grave peligro el mantenimiento de la estructura socio-económica de numerosas regiones, incluida Rioja".

Ante ello, el Consejo Regulador anuncia que llevará a cabo una serie de actuaciones que permitan trasladar su posicionamiento ante las instancias decisorias, tanto en España como en la Unión Europea, en defensa de su actual modelo de Denominación. Como objetivo más inmediato, el Consejo elaborará "una propuesta alternativa" a la actual redacción del articulado y ofrecerá al Gobierno "su apoyo técnico para hacer efectiva dicha defensa".

Según el análisis de la propuesta de reforma efectuado por el Consejo Regulador, la Comisión evalúa "mal" la situación, interpreta "erróneamente" los desequilibrios y diseña unas medidas "inadecuadas" que, contradiciendo algunos de los objetivos que dice pretender, causarían "muchos más daños que beneficios, en particular en las Denominaciones de Origen, ya que la esencia del proyecto de nueva regulación consiste en su práctico desmantelamiento".

El Consejo Regulador de Rioja destaca tres aspectos fundamentales de la reforma que concitan el "rechazo generalizado" del sector. Por un lado manifiesta su oposición a la liberalización de plantaciones "que, en el peor de los casos, debiera contemplar la atribución a las Denominaciones de Origen, o en su defecto a las autoridades competentes, de la facultad de gestionar y controlar el comportamiento de la masa vegetal en el ámbito territorial en que radique su zona de producción".

Por otro lado expresa también su oposición a la simplificación en las reglas de etiquetado de los vinos, "demandando en este caso que se recupere el régimen actualmente en vigor". Y en tercer lugar, critica la "insuficiente dotación de fondos que apoyen la promoción en el mercado comunitario".

El objetivo declarado de la reforma, continúa el Consejo, es suprimir cualquier tipo de intervención en los mercados vitivinícolas y de apoyo al sector con cargo al presupuesto de la Unión.

Sin embargo, ve que, "en la práctica la Comisión propone una liberalización del sector que no tiene en cuenta sus peculiaridades y características y su significación en el mantenimiento del tejido social y económico de las regiones vitivinícolas europeas; por contra, se intenta implantar un modelo liberalizador como el de los nuevos países productores, actualmente en crisis".

A su juicio, "la propuesta de liberalización de plantaciones a partir de 2014, que supuestamente atiende a criterios económicos de rentabilidad, tendrá efectos desestabilizadores en las Denominaciones de Origen; la desvalorización de la materia prima conducirá a la destrucción de un tejido productivo económicamente saneado en la mayoría de las DD.OO., que salvo excepciones no requieren de fondos comunitarios".

BANALIZACIÓN.

Respecto al cambio que se propone para apoyar el esquema organizativo en IGPs (indicaciones geográficas) y DOPs (denominaciones de origen), el Consejo Regulador considera "inapropiado" el abandono de los VCPRD y el fomento de ambigüedades en la distinción entre IGP y DOP, "que banalizan a éstas últimas".

"Facilitar el uso del prestigio de las DD.OO., dotando de sus atributos externos de calidad a vinos con inferiores exigencias y controles de calidad, deteriora el patrimonio comercial generado por las DD.OO. y supone un engaño al consumidor, a quien se dice defender", afirma.

Por ello el Consejo Regulador considera "inaceptable" la flexibilización de las normas de etiquetado, que permitiría el uso de referencias como la añada y la variedad a todos los vinos con independencia de que sean DOP, IGP ó vino de mesa, "cuando han sido las DD.OO. las que, a lo largo de muchos años, han invertido en prestigiar ante el consumidor esta serie de menciones de las que la nueva normativa les desposee".

Tampoco creen "aceptable" la admisión de prácticas enológicas hasta ahora no autorizadas, ni que estas puedan llevarse a cabo en bodega dependiendo del destino de los vinos, "así como el hecho de que disminuya la protección en relación con pretendidas homonimias o ejercicio de competencia desleal por parte de vinos de países terceros".

Por último, el Consejo ha valorado como "incoherente" la pobreza presupuestaria de las medidas a favor de la promoción y su limitación a países terceros, frente a lo que solicita un "plan más ambicioso que dedique más recursos al mercado interior de la Unión Europea, donde se concentran las dos terceras partes del consumo".

Por todas las razones expuestas, el Consejo Regulador ha asumido el compromiso de "trabajar intensamente" en los próximos meses para que la Comisión revise la propuesta e integre en ella herramientas eficaces como la gestión del potencial de producción, una mejor definición y protección de la denominación de origen y recursos económicos más importantes para la promoción.

Desde el Consejo se ha solicitado a los Gobiernos de La Rioja, País Vasco y Foral de Navarra "que apoyen este posicionamiento y colaboren con el Gobierno del Estado en la consecución una regulación europea del sector favorable a las necesidades de la D.O.Ca.Rioja y de las demás DD.OO. del Estado".

Igualmente se ha solicitado a los partidos políticos con implantación en el ámbito de la Denominación de Origen Calificada Rioja y representación parlamentaria, "la defensa de sus posiciones en todos sus ámbitos de actuación y en especial en el del Parlamento Europeo".

Por otra parte, el Consejo recuerda que viene trabajando en el seno de la Conferencia Española de Consejos Reguladores en la constitución de una "alianza estratégica" con las principales Denominaciones de Origen Europeas, "que ya han mostrado su plena coincidencia en la consecución de los objetivos señalados y que pretenden ostentar en el ámbito de las instituciones europeas la representación que les corresponde como legítimos portavoces de los intereses de la vitivinicultura de calidad".