El hombre acusado de matar a su mujer durante la primera jornada del juicio, en la Audiencia Provincial de Logroño, a 20 de octubre de 2025, en Logroño, La Rioja (España) - JPEG - Europa Press
LOGROÑO, 22 Oct. (EUROPA PRESS) -
El tercer día del juicio por el conocido como crimen de Los Lirios, por el que un hombre está acusado de matar presuntamente a su mujer en el año 2020, ha estado muy centrado en la relación que mantenía el matrimonio. Para algunos de los amigos del acusado eran "una pareja normal" mientras que otras compañeras de trabajo han reconocido que la víctima les dijo "que estaba triste y que se quería divorciar".
Incluso una testigo ha declarado que el marido "se marchaba muchos días de casa a mediodía a comprar el pan y no volvía hasta el día siguiente. Ella me decía que en esas noches se podía gastar 2.000 o 3.000 euros. Estaba triste".
Diferentes versiones en una tercera jornada en la que se han vivido momentos tensos ante las discrepancias y diferencias que se han podido vivir entre la declaraciones de los testigos.
Este miércoles se ha reanudado el juicio contra A.E.M., acusado de un delito de asesinato con alevosía por, presuntamente, matar a su mujer al conocer que ésta se quería divorciar. El Fiscal y la Acusación Particular solicitan 22 años de cárcel mientras que la defensa del propio acusado niega todos los hechos.
"EN 30 AÑOS DE AMISTAD NO LES HE VISTO DISCUTIR NUNCA"
El primero en declarar ha sido un amigo del acusado quien ha asegurado que en los 30 años de amistad que le unen tanto con él como con la víctima "no les he visto discutir nunca, él siempre ha estado pendiente de su mujer, y más cuando ella estaba enferma".
En su intervención ante el juez y el tribunal popular ha asegurado que "no les he oído nunca a ninguno de ellos decir que se quisieran divorciar. Era una relación de matrimonio normal, no les he visto discutir nunca".
Ha afirmado también que no ha visto nunca al ahora acusado "gritarle o levantarle la mano a su mujer. Jamás en la vida he visto algo así".
Por su parte, y preguntado sobre la familia de la víctima, ha asegurado que el acusado "solo les ha hecho favores. Y nunca han sido correspondidos".
Ha destacado en su declaración que la familia de la víctima, sus hermanos, no han ayudado nunca al hijo que acusado y víctima tenían en común. La relación que tenían "era la justa".
"YO TAMBIÉN PENSÉ QUE SE HABÍA SUICIDADO"
Precisamente este testigo fue una de las primeras personas a las que el acusado llamó cuando descubrió el cuerpo de su mujer en el suelo de su domicilio. Como ha detallado "me llamó sobre las 18,30 horas de la tarde de aquel día y me dijo que su mujer se había suicidado. Cogí el coche y fui a su casa".
Como ha relatado recordando los hechos "yo no entré al piso, me quedé en el rellano pero estaba la puerta abierta y vi a la víctima con un cuchillo al lado de su cuerpo. Mi primera impresión también fue que se había suicidado".
Ha reconocido también que durante las horas después del crimen, el acusado "estaba en shock, fuera de sí".
Con el transcurso de los días -prosigue su declaración- ya se convenció de que había sido asesinada pero el primer impacto fue ese. "Oyendo y viendo, la primera impresión que me dio es que se había suicidado".
"LLEGA UN MOMENTO EN EL QUE TE CANSAS DE LAS COSAS"
En el juicio de hoy también ha comparecido una compañera de trabajo de la víctima desde el año 2010 que, además, era vecina del entorno y, finamente, se convirtieron en amigas. Ha reconocido que la víctima no solía entrar en detalles de su vida privada.
Sobre la relación entre el matrimonio, ha explicado, "sí que alguna vez me dijo que llevaba desde los 14 años con su marido y que llega un momento en el que te cansas de las cosas, pero como una conversación más, no me dijo que se quisiera separar o no". "La gran preocupación" de la víctima "era su hijo", ha destacado.
De la tarde cuando el marido descubrió el cuerpo de la víctima -recuerda- "me llamó y me dijo: Baja que se ha suicidado. Me quedé en shock".
Finalmente, y tras cinco años desde que sucedieron los hechos, su amiga ha lamentado que "a día de hoy no sé ni si está enterrada o no. No he podido ni ir a llevarle unas flores".
"ME DIJO QUE NECESITABA HABLAR CON ALGUIEN"
Por su parte, otra compañera de trabajo ha revelado un suceso que ocurrió tres años antes del crimen, recuerda que un día la víctima "me llamó para decirme que necesitaba hablar con alguien". Destaca que ese día, "fuimos a dar un paseo por La Grajera y me dijo que se quería separar. Estaba muy triste, no por nada en concreto, pero sí que me dijo que no se llevaban bien...".
A ello ha añadido, en aquel paseo por el parque me dijo que su marido "a veces se marchaba al mediodía a por pan y no volvía hasta el día siguiente y que a veces se gastaba en esas noches 2.000 o 3.000 euros. También me contó que solía llegar bebido y ella quería romper esa relación" pero quería esperar a que su hijo tuviera su propio camino, "encarrilado en su negocio".
Recuerda que, tras ese día, no volvió a hablar con la víctima de forma tan íntima pero, alguna vez en el lugar del trabajo, "también me repetía que estaba triste".
LOS HECHOS
El suceso se remonta al 11 de octubre de 2020 cuando el acusado viajó a la localidad burgalesa de Gumiel de Mercado para ayudar en las labores de vendimia a su hijo permaneciendo allí unos días, según considera el Fiscal.
Por su parte, la madrugada del 13 de octubre éste regresó a su domicilio situado en el Parque de Los Lirios en Logroño que compartía con su esposa, M.M.H, de 56 años en el momento de los hechos.
Una vez accedió el acusado a dicha vivienda, comenzó una discusión con la víctima al conocer su decisión firme de poner fin a su matrimonio. Fue entonces, según el fiscal, cuando éste movido "por el sentimiento de posesión sobre la misma y con la intención de acabar con su vida, la atacó de forma sorpresiva con un arma blanca de tipo cortopunzante" en tórax y abdomen causándole la muerte.
Después, según la Fiscalía, volvió a Gumiel de Mercado donde llegó a primera hora de la mañana del 13 de octubre.