Medio Natural realiza tratamientos contra la procesionaria del pino en una superficie de 1.102 hectáreas

Actualizado: sábado, 10 noviembre 2007 13:22

LOGROÑO, 10 Nov. (EUROPA PRESS) -

La Dirección General de Medio Natural informó hoy de que ha efectuado tratamientos de fumigación aérea contra la procesionaria del pino en una superficie de 1.102 hectáreas de pinares de montes de utilidad pública, principalmente pinos carrascos y pinos laricios.

Las actuaciones, relató, se han llevado a cabo en los términos municipales de Calahorra (zona de Marcu, El Caracol y Perdiguero), Alfaro (Tambarria, Valforja y Monearos), Aguilar del Río Alhama (La Nava, Las Umbrías y Monegro) y en Valdemadera y Navajún (Alcarama, Santo Viego y Aguas Podridas).

Explicó que en las fumigaciones aéreas se emplea un producto ecológico, específico para las larvas de este insecto, y que resulta totalmente inocuo tanto para personas como para animales vertebrados y otros invertebrados, incluidas las abejas.

Previamente a la fumigación, Medio Natural informó por carta de las zonas a tratar y las características del producto a todos los Ayuntamientos propietarios de los montes afectados, así como a los sindicatos agrarios y asociaciones de agricultores, ganaderos y apicultores riojanas.

La Dirección General de Medio Natural recordó que realiza anualmente un control y seguimiento de la plaga de procesionaria del pino en los montes de utilidad pública de La Rioja para frenar la proliferación de estos insectos que pueden llegar a defoliar totalmente extensas superficies de pinar.

Los daños que produce esta especie, ligada a los pinares mediterráneos, no se limitan a la pérdida de vigor y crecimiento de las masas de pinar como consecuencia de la alimentación de sus orugas, sino que pueden causar problemas de alergia y picores a las personas por los numerosos pelos urticantes con que cuenta para defenderse este insecto.

Además, la presencia de los bolsones blanquecinos de seda en los que se refugian durante los meses invernales las colonias de orugas y el aspecto dañado y deteriorado del follaje de los pinos atacados supone un cierto impacto paisajístico, consideró.