Nagore dice que la nueva bodega institucional destacará por calidad arquitectónica y divulgación identidad regional

Europa Press La Rioja
Actualizado: jueves, 28 febrero 2008 15:31

LOGROÑO 28 Feb. (EUROPA PRESS) -

El consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Íñigo Nagore, destacó hoy que en la nueva bodega institucional de La Grajera, que previsiblemente estará construida para 2010, resaltará la calidad arquitectónica y la divulgación de la identidad regional.

El consejero apuntó que "es importante que el Gobierno de La Rioja cuente con unas instalaciones dignas a la altura de esa reivindicación cultural, tradicional e identitaria que el vino representa en La Rioja". Indicó que el vino "es parte de nuestra esencia y merece la pena que la región, tenga unas instalaciones que sirva como espejo de todo el sector y sirvan como escaparate al resto de la sociedad española e internacional".

Nagore realizó estas manifestaciones en una comparecencia de prensa en la que presentó el proyecto de la nueva bodega institucional de La Grajera, así como un edificio administrativo. Le acompañó el director general de Calidad e Investigación Agroalimentaria, Pedro Sáez Rojo, y el arquitecto de la obra, Juan Manuel Herranz, y el ingeniero Guillermo Lacarra.

Se trata de una instalación integrada en el proyecto del Instituto de las Ciencias de la Vid y el Vino, recientemente presentado, y que sustituye a la antigua bodega, ya "obsoleta", según Nagore, con la que el Ejecutivo riojano contaba en este paraje a pocos minutos del centro de Logroño.

El proyecto, redactado por Realizaciones y Proyectos Navarra S.L., en UTE con Virai Arquitectos, S.L., comprende la construcción de un complejo bodeguero dividido en tres partes: un área de producción, una zona institucional y un edificio de servicios. Todo ello de forma interconectada linealmente, dando continuidad a los espacios y sugiriendo diferentes recorridos, flexibles por la versatilidad de las conexiones horizontales y verticales de la instalación.

Se trata de unas instalaciones de 6.816 metros cuadrados, de los que 5.324 son útiles. De ellos, la bodega ocupará una superficie construida de 5.275 metros cuadrados (3.966 útiles); y el edificio administrativo 1.540 metros cuadrados (1.358 útiles). Las zonas exteriores serán de 4.819 metros cuadrados. Cuenta con un presupuesto de 9 millones de euros para la bodega, a los que se suman 4 más para el edificio administrativo.

Una de las principales características de esta bodega es su integración en el entorno natural privilegiado en el que se enclava. Una arquitectura sutil, según explicó Herranz, adaptada a las condiciones del terreno y respetuosa con la armonía visual del contexto. Destaca, en el reparto de los volúmenes, un gran desnivel que llega a alcanzar los 18 metros de diferencia de un extremo a otro. Evidentemente, la construcción cuenta con todas las medidas preceptivas de accesibilidad y últimas tecnologías aplicadas tanto a la funcionalidad como a la producción vinícola.

LA DISTRIBUCIÓN.

En la parte más baja se encuentra la zona de producción, subdividida a su vez en las áreas de recepción, clasificación, fermentación y prensado; la sala de barricas y crianza, seguida del almacén de producto terminado; y la zona de servicios, sala de catas, oficinas, etc. Su construcción será semienterrada, destacando en su fachada principal un vistoso zócalo de piedra que sirve de transición entre el paisaje y la construcción. Es la base del proyecto y la solidez sobre la que descansa el resto del conjunto.

En la zona alta de la pendiente, y con una clara conexión lineal con el área de producción, se encuentra el ámbito institucional. Contiene un amplio espacio de recepción que también puede servir de espacio expositivo, un salón de actos con capacidad para unas 100 personas, zonas estanciales con gran versatilidad de usos; y una sala noble con vistas al pantano de La Grajera y a los viñedos. En este caso se ha buscado un tratamiento más elegante, más propio de su función institucional, con el vidrio y la madera como materiales, aportando mayor ligereza.

EL EDIFICIO ADMINISTRATIVO.

El tercer edificio del conjunto, más funcional y con el volumen más elevado, es un añadido al proyecto original, destinatario de los servicios complementarios y administrativos. Aunque concebido en principio como elemento adjunto a la Bodega, en este momento adquiere una mayor dimensión dentro del proyecto del Instituto de las Ciencias de la Vid y el Vino (ICVV). Con baja más tres alturas, será la referencia visual del complejo de investigación vitivinícola. La madera y el vidrio también dominan en este volumen.

El equipo redactor del proyecto tuvo muy en cuenta las funciones didácticas e institucionales de esta bodega. Por ello, los recorridos determinaron, en parte, la configuración final de los edificios. A modo de recorrido virtual, los visitantes accederían por la parte institucional, la parte elevada, a través del vestíbulo principal. Una zona que bien podría utilizarse para realizar exposiciones o actos, dada su amplitud. En esta zona se ubicarían también los mostradores turísticos y de información, junto con algunos espacios estanciales.

A continuación, el recorrido podría seguir por el salón de actos, donde podrían realizarse explicaciones, conferencias e incluso algún tipo de proyección. De nuevo los visitantes saldrían al exterior, en su descenso hacia la zona productora, donde se encontrarían con plantaciones de vides autóctonas, precisamente sobre la cubierta de la sala de barricas. De ahí se accedería a la nave de producción, con un primer paso al área de recepción y selección de uvas, zona de prensado y depósitos.

Los visitantes caminarían sobre una plataforma elevada a los mismos, hasta llegar a las salas de fermentación y crianza, en este último caso con capacidad para unas 250 barricas de 225 litros. Por último, tras hacer una pequeña parada en la sala de catas, se continuaría hasta el tren de embotellado y el almacén de producto acabado, después de visitar el dormitorio de botellas.

Finalmente, una espectacular galería, con gran valor escenográfico, conduciría de nuevo hasta el edificio institucional, hasta el área expositiva o la sala noble (dependiendo del tipo de visita), pudiéndose, incluso, disfrutar de la terraza-mirador al aire libre que corona este edificio; o bien realizar algunas compras en la tienda de los productos de La Rioja.

Además de la bodega institucional y el edificio administrativo, el Gobierno de La Rioja se encargará del equipamiento del edificio científico, con otros 3 millones de euros. En conjunto, 16 de los 22 millones de euros comprometidos en la construcción de este auténtico referente de la investigación vitivinícola internacional, del que será pieza importante la bodega presentada hoy.

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