La Rioja registró el año pasado 371 denuncias por violencia doméstica, un 87 por ciento presentadas por mujeres

LOGROÑO, 13 Feb. (EUROPA PRESS) -

La Rioja registró a lo largo del año pasado un total de 371 denuncias por violencia doméstica, de las que 321, un 87 por ciento, fueron presentadas por mujeres por casos de violencia de género. Esta cifra total supone un incremento respecto al año 2005, cuando hubo 309 denuncias.

Así lo detalló hoy el asesor del delegado del Gobierno en La Rioja, Gustavo Gauthier, quien incidió en que las denuncias "han aumentado porque se presentan cada vez por casos más leves, como medida de aviso a los posibles maltratadores".

Esta situación, además, ha conducido a que se hayan reducido las órdenes de protección. Mientras que en 2005 se solicitaron 166, de las que se concedieron 152, en el año pasado se pidieron 102 órdenes de protección, de las que se concedieron 80. Del total, 91 fueron de mujeres por violencia de género, de las que se concedieron 69.

Del total de las denuncias presentadas a lo largo del año pasado, 175 fueron recibidas por la Guardia Civil, "es decir, en los pueblos", y 196 por la Policía Nacional, en Logroño. Sobre los 321 casos denunciados de violencia de género, 186 fueron recibidos por la Policía Nacional y 135, por la Guardia Civil.

"Hay que hablar de más denuncias, debido a que hay mayor conciencia social sobre el tema, y también de que se hacen por casos más leves, como fórmula disuasoria. Además, supone que hay más apoyo a las víctimas por parte de los poderes públicos, con cauces de protección más eficaces", afirmó Gauthier.

En este sentido, hizo especial hincapié en el aumento registrado en los últimos años en las secciones especializadas en este tipo de delitos, tanto en la Policía Nacional como en la Guardia Civil. Especificó, en concreto, que estas secciones nacieron en La Rioja en 1996, con un único agente de la Guardia Civil "y han ido creciendo".

Gauthier destacó que, en el año 2004, la comunidad contaba con un total de 12 agentes de Guardia Civil o de Policía Nacional para estos casos, "y, ahora, contamos con 19, y con la previsión de que, a lo largo de este año, se incrementen en seis efectivos más, hasta llegar a los 25".

Explicó que, por parte de la Policía Nacional, hay dos unidades específicas: el SAF, que surgió en 2002 con 3 efectivos y que cuenta con 8 agentes en este momento, dedicado a la atención especializada y personalizada a mujer, niños y mayores; y la UPAP, que nació en la comunidad en 2003 con un agente, y que hoy cuenta con 4, destinada para el seguimiento de medidas judiciales y policiales con las víctimas.

En el caso del EMUME de la Guardia Civil, fue el primero en implantarse en la comunidad, en 1996, con un único efectivo; ahora, cuenta con 7. Este cuerpo especializado actúa, además de en los casos de violencia de género, en otros como abandono infantil, pornografía infantil o abusos sexuales, y se hace cargo de la investigación en los casos más graves, como los de muerte de la víctima.

A todos estos efectivos, sumó Gauthier "los protocolos que, en todas las Juntas Locales de Seguridad se han firmado con las diferentes policías locales de municipios riojanos, para colaborar en el seguimiento de las órdenes de protección".

"Es un balance muy positivo, desde 2004 hemos más que duplicado los efectivos específicos en violencia doméstica y de género, lo que redunda en que, cada vez, se da un trabajo más profesional y especializado", recalcó el asesor del delegado del Gobierno en La Rioja.

Igualmente importante consideró "las medidas y planes" aprobados por el Gobierno central respecto a la violencia de género, entre los que citó el aprobado el último viernes en Consejo de Ministros "para agilizar los trámites que dificultan la localización de las mujeres por sus agresores".

Por último, también resaltó los protocolos sanitarios para la atención de las víctimas, la preparación del personal médico, de servicios sociales y de los juzgados, o el Plan nacional de sensibilización, con aspectos relacionados con la educación en igualdad y la comunicación.