Tribunales.- El Palacio de Justicia cuenta con cuatro nuevas salas para evitar encuentros entre víctimas y agresores

Actualizado: lunes, 4 junio 2007 15:34

LOGROÑO, 4 Jun. (EUROPA PRESS) -

El Palacio de Justicia cuenta con cuatro nuevas salas para evitar que víctimas y agresores coincidan en el pasillo mientras esperan el comienzo del juicio. Las cuatro se encuentran ubicadas en las dependencias donde se desarrollan los juicios penales y completan la que ya tenía la Audiencia Provincial.

El Penal número 1 celebró hoy un juicio por quebrantamiento de condena, en el que el acusado tiene, sobre sí, una condena por violencia de género. Hace doce días, ambos habrían coincidido en el pasillo. Hoy, sin embargo, no tuvieron que verse.

La víctima, que llegó antes, esperó en una de las cuatro salas que tiene habilitadas Justicia. Después, cuando tuvo que acudir a la vista para declarar lo hizo detrás de una mampara de cristales traslúcidos.

Al acabar, volvió a su sala y no salió hasta que su abogada le indicó que el acusado había abandonado el Palacio. Según fuentes a las que accedió Europa Press, de este modo se busca garantizar la privacidad de las víctimas y asegurarles que el proceso judicial no les obliga a acercarse a su agresor.

No obstante, Justicia también dispone en La Rioja de una sala con videoconferencia para los casos en los que la víctima no quiera ni acercarse al lugar en que está su agresor. Se ha usado para juicios de menores, violaciones o, también, violencia doméstica.

En el juicio celebrado hoy, en el que el Ministerio Fiscal pedía seis meses de cárcel para el acusado, éste rechazó los hechos que se le imputan. J.V.T., de 43 años, fue condenado, el 27 de diciembre de 2005 por un delito de violencia de género, y se le prohibió aproximarse a doscientos metros y comunicar por cualquier medio con su mujer y la hija de ésta durante dieciséis meses.

Según la acusación, pese a ello, desde principios de enero hasta el 9 de febrero de 2006 en que fue detenido, el acusado envió "numerosos" mensajes al móvil de la víctima, le llamó por teléfono y acudió "con frecuencia" al colegio de la hija, cuando la mujer acudía a llevarla, e incluso llegó a seguirla.

El acusado defendió que sólo contestó a mensajes que ella le había mandado y que, siempre, eran por cuestiones puntuales, como para pedirle información para la declaración de la renta o interesarse por llegar a un divorcio de mutuo acuerdo.

La mujer, no obstante, relató que llegaron a ser hasta cuarenta los mensajes que le mandó, todos cariñosos pidiéndole perdón, y que, incluso, llegó a seguirle con el coche mandándole besos y diciéndole que le quería.

Esto, primero, le llevó a sentir "pena" por él pero, después, se empezó a sentir "acosada" y sintió la necesidad de denunciarle para que le dejara en paz. En este sentido, los policías que declararon aseguraron que presenciaron durante dos días estos hechos y uno de ellos llegó a decir que le costó seguir al acusado con el coche porque se pegaba al de la mujer.

En todo momento, el hombre aseguró que esto no era cierto, incluso calificó de "mentira" la declaración de los policías y argumentó que si acudía al colegio de la hija de su ex-pareja era para ver a sus otras hijas, fruto de otra relación.

El Fiscal se mantuvo en su petición, la abogada de la acusación aumentó la pena a un año, más tres de alejamiento, y el abogado de la defensa pidió la absolución porque en ningún momento usó un tono amenazante con la mujer. El acusado, en el juicio, incluso aseguró que la acusación por violencia doméstica fue falsa.