Actualizado 04/08/2009 16:24

El consumo de vino en la última década apenas ha crecido mientras que el gasto de producción creció un 80%


MADRID, 4 Ago. (EUROPA PRESS) -

El consumo de vino en los últimos diez años apenas ha crecido mientras que el gasto para producirlo ha aumentado un 80 por ciento siendo la solución la apuesta por el mercado exterior para salir de la crisis de ventas.

Así se expuso hoy en la jornada '¿Cómo exportar vino?', organizada por la Cámara de Comercio de Madrid y dirigida a las empresas vitivinícolas de la Comarca de Las Vegas, en el sureste de la región, tanto a aquellas que ya venden en el extranjero y quieren mejorar sus estrategias de comercialización, como a las que aún no están presentes en otros mercados pero quieren empezar a vender en otros países.

La jornada, celebrada en la Asociación de Empresarios de Colmenar de Oreja (Aecol), contó con la participación de Fernando Lumbreras, consultor del programa PIPE 2000 (Plan de Iniciación a la Promoción Exterior), que analizó la situación del sector del vino en Madrid y en España así como las herramientas necesarias para una correcta y eficiente exportación y los mercados accesibles para la colocación y venta de los productos.

Este experto abogó porque cada bodega tiene que empezar por realizar un análisis interno con el fin de identificar los principales cambios a los que se va a ver sometida por la exportación y tomar las medidas adecuadas para subsanar deficiencias, si decide que la exportación es una buena estrategia comercial. La empresa también decidirá continuar con la venta en la Comunidad de Madrid o en España si no le resulta rentable la estrategia internacional.

Además, el conocimiento de cada país resulta vital para definir la estrategia más adecuada para los intereses de la empresa. Lumbreras explicó a los empresarios vitivinícolas que a la hora de invertir deben prestar tanta atención a los elementos tangibles (las barricas, las naves, las embotelladoras) como los intangibles (diseño de la marca) pues este elemento es "la expresión del producto que se ofrece".

El experto defendió que es preferible concentrarse en pocos mercados y adecuar las estrategias de promoción a las características específicas de cada país de destino. Además, recomienda viajar al mercado de destino ya que cada lugar es distinto.

Por otro lado, Cámara de Comercio de Madrid impartirá del 6 de noviembre al 28 de mayo de 2010 el curso superior de Comercialización del Vino con el objetivo de ofrecer una visión práctica de las estrategias aplicables en el marketing y comercialización del vino.

El resultado de este curso, que celebra su tercera edición y está integrado por 180 horas lectivas, es alcanzar el éxito comercial en un mercado cada vez más competitivo. Para ello, los alumnos recibirán formación en estrategias de comercialización, comunicación y marketing, además de percibir una visión realista que les permita crear y promover funciones asociadas al proceso de comercialización del vino.

Los alumnos que superen todos los requisitos establecidos, recibirá el Título Propio de Formación Continua en Comercialización del Vino, expedido conjuntamente por la Universidad Rey Juan Carlos y la Cámara Oficial de Comercio e Industria de Madrid.

Este programa está dirigido a licenciados en Administración de Empresas, Economía y Derecho, profesionales del sector vitivinícola que deseen ampliar o completar su formación comercial y de marketing, así como gerentes, técnicos, comerciales de bodegas, mayoristas, exportadores, sumilleres y futuros profesionales especializados en esta rama que deseen obtener una formación práctica, con el rigor metodológico propio de la formación universitaria.

La Cámara recordó hoy que España es el país con mayor extensión de viñedo del mundo, con 1,16 millones de hectáreas destinadas al cultivo de la uva, de la que el 97,4% se destina a vinificación, el 2% a uva de mesa, el 0,3% a la elaboración de pasas y el 0,3% restante a viveros, lo que supone un 30% de la superficie total de la Unión Europea.

Le siguen Francia e Italia, con aproximadamente un 22% cada una, lo que representa cerca de un 15% del mundo, según datos de Vinos de España, la marca creada por el ICEX para agrupar las actividades promocionales orientadas a difundir los vinos españoles en el exterior.

Los vinos españoles se han abierto hueco en los mercados internacionales, siendo muy valorada su relación calidad-precio. De hecho España consiguió superar a Francia en el ranking de países exportadores de vino por volumen con 16,9 millones de litros vendidos por valor de 1.994 millones de euros, por encima de los 13,6 millones de hectolitros de Francia y sólo por detrás de las 17,2 de los caldos italianos, según datos de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV).

Alrededor de 43 millones de personas consumen habitualmente vino español en los principales mercados de distribución internacional, esto es, Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Holanda, Bélgica y Suiza.

Asimismo, la Comunidad de Madrid cuenta con una superficie de viñedo de 19.000 hectáreas y una producción de cerca de 300.000 hectolitros de vino, de los que el 30% se encuentra bajo el amparo de la Denominación de Origen Vinos de Madrid. Esta Denominación ampara a 40 bodegas, que sacan al mercado 97 marcas diferentes, llegando a producir hasta 5 millones de litros de vino, con un valor de 11,5 millones de euros al año.

Anualmente se comercializan cerca de 4,5 millones de botellas de vino. Cerca del 70% de los vinos con Denominación de Origen producidos en la región se consumen en el mercado nacional, principalmente en la propia Comunidad. El 30% restante se destina a la exportación, que se ha convertido en una de las vías de mayor crecimiento. Alemania, Reino Unido, Holanda, Países del Este, Estados Unidos y Canadá son los principales clientes.

Tempranillo, Garnacha, Shyrah, Merlot o Sauvignon son algunas de las variedades más cultivadas en la región. Estos caldos han sido reconocidos con premios relevantes como el Oro del Premio Bacchus o el Oro de los Premios Zarzillo. También se está apostando por el Vino Ecológico de Madrid, donde ya existe una superficie de 270 hectáreas. Se trata de superficies de viñedo cultivadas en ausencia de productos químicos de síntesis