El 94% de las empresas madrileñas tienen menos de 10 trabajadores y el 59% no tiene asalariados, según INE

Actualizado: lunes, 20 julio 2009 20:20

MADRID, 20 Jul. (EUROPA PRESS) -

El 99 por ciento de las empresas madrileñas son pequeñas o medianas, y casi un 94 por ciento son microempresas de menos de 10 trabajadores, de las cuales el 59 por ciento no cuenta con ningún asalariado, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), que se han recogido hoy en la jornada sobre 'El Estatuto del Trabajo Autónomo. Regulación específica del trabajador autónomo económicamente dependiente', organizada por la Cámara de Comercio.

Esto se traduce en unas 390.000 personas dadas de alta en el régimen especial de trabajadores autónomos en la Comunidad de Madrid, que suponen el 13 por ciento del total nacional. Esta cifra incluye a los empresarios individuales, a los hoy llamados autónomos económicamente dependientes, a los profesionales y a los autónomos societarios, con varios grupos de personas con perfiles, intereses y necesidades diversas. Sus rasgos comunes son que ejercen un trabajo personal vinculado a un proyecto de reducida dimensión económica y sustentado con los propios recursos.

La Cámara de Comercio de Madrid organizó hoy esta jornada para explicar las similitudes y diferencias entre los autónomos tradicionales y esta nueva figura, así como facilitar información sobre las singularidades del contrato del trabajador autónomo económicamente dependiente. Entre otros, intervinieron la directora de Promoción Empresarial de la Cámara, Mariola Olivera; el catedrático de Derecho del Trabajo de la Universidad Carlos III, Jesús Mercader; y la letrada de la Asesoría Jurídica de la Cámara Ana Ballester.

Durante el encuentro se habló del Estatuto del Trabajo Autónomo de 2007, que tenía una doble intención, ya que, por un lado, se buscó unificar la regulación que afectaba a estos profesionales y que estaba recogida en normas dispersas, y a la vez, se quisieron reconocer sus particulares necesidades de protección social y, en especial, de lo que el Estatuto denominó "autónomo económicamente dependiente".

Este grupo, fuertemente vinculado a un solo cliente principal, es el más cercano a los trabajadores por cuenta ajena, sin llegar a tener las características de estos, por lo que constituye el subgrupo más "débil" dentro del colectivo de autónomos, recordó la entidad cameral hoy.

En febrero de 2009 se aprobó el Real Decreto que desarrolla el Estatuto en materia de contrato del trabajador autónomo económicamente dependiente, que ha definido detalladamente las características del contrato de este tipo de trabajadores, especificando su contenido mínimo. También señala que estos contratos deben de registrarse en el Servicio Público de Empleo Estatal (SPEE).

En síntesis, el "trabajador autónomo económicamente dependiente" es aquél que realiza una actividad económica o profesional y de forma habitual, personal, directa y predominante para un cliente principal que debe suponer, al menos, el 75 por ciento de sus ingresos. Para poder realizar el contrato, el trabajador que se considere autónomo económicamente dependiente, tiene que comunicar al cliente su condición. Además, como trabajador autónomo no le resulta de aplicación la legislación laboral.

Mientras que el trabajador autónomo presta sus servicios profesionales a varios particulares o empresas, los trabajadores autónomos económicamente dependientes llevan a cabo su actividad para un reducido número de compañías, o una única, en la mayoría de las ocasiones. Es decir, que realizan su actividad en condiciones muy similares a un asalariado.

Por ejemplo, los transportistas propietarios de un vehículo provisto de autorización administrativa para realizar la actividad, el contrato de agencia mercantil, el "teletrabajo" o el colaborador en el sector de los medios de comunicación. Se trata de una figura surgida de la externalización y la subcontratación de actividades no estratégicas para las empresas y se ha convertido en una de las formas más habituales de autoempleo. AYUDAS A LOS AUTÓNOMOS

La directora de Promoción Empresarial de la Cámara de Madrid, Mariola Olivera, señaló que desde la entidad entienden que la sociedad tiene que reconocer el esfuerzo de los autónomos y apoyarles. "La coyuntura económica desfavorable incide de manera directa sobre los autónomos, que son a la vez punta de lanza de nuestro desarrollo y eslabón en nuestro sistema de protección social", afirmó.

De hecho, según una encuesta hecha pública por ATA (Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos) el pasado mes de mayo, el 89,2 por ciento de los autónomos se ve afectado directamente por la crisis y un 82,6 por ciento manifiesta que sus ingresos han disminuido sensiblemente. Para el 57,6 de los autónomos esa caída de la cifra de negocio es del 30 por ciento o superior, y aunque uno de cada cuatro autónomos necesita contratar personal, al 70 por ciento le resulta imposible por razones económicas.

En línea con esta situación, la Cámara está desarrollando diferentes acciones que permitan a los autónomos mejorar su competitividad, crecer y seguir ganando cuotas de mercado. Por un lado, respaldando su incorporación al mundo de las nuevas tecnologías con diferentes programas, como el de Asesoramiento Tecnológico al empresario madrileño, que identifica las necesidades tecnológicas de las pymes a través de un diagnóstico personalizado.

Otra labor es el Programa de Ayudas a las pymes comerciales y de hostelería, enmarcadas dentro del Plan FICOH de la Comunidad de Madrid, que persigue la modernización de los establecimientos de las pequeñas y medianas empresas de comercio minorista, hostelería y servicios complementarios de la región, que en su mayoría están regentadas por autónomos.

La Cámara ha facilitado ayudas dentro del Plan FICOH por una cuantía de 6'4 millones de euros a 1.483 proyectos, lo que ha generado una inversión de 14'5 millones de euros en Madrid. A esto, se añade la gestión de la ayuda de promoción de empleo autónomo, asumida recientemente por la Cámara.