El bebé de seis meses ingresó en el Hospital 12 de Octubre con múltiples hematomas y una fractura del cráneo
MADRID, 30 Nov. (EUROPA PRESS) -
Clara Erika A.A., una niñera acusada de intento de asesinato de un bebé de seis meses, ha reconocido en el juicio que "sacudió a la pequeña fuertemente" con los pies boca abajo por "desesperación" después de que se quedara sin respiración por motivos que desconocía, insistiendo en que trató de ayudarla sin intención de causarle las graves lesiones que le ocasionó.
La acusada se ha sentado en el banquillo de la Audiencia Provincial de Madrid por un delito de asesinato en grado de tentativa. La fiscal ha solicitado que se le condene a diez años de cárcel al considerar acreditado que el bebé corrió el peligro de morir por las graves lesiones con las que ingresó en el hospital.
En su declaración, la mujer ha relatado que la madre de la pequeña la dejó a su cargo sobre las diez de la mañana del 1 de marzo de 2010 después de acudir al pediatra. Cuando se disponía a desayunar, se percató de que algo extraño pasaba y se acercó a ver cómo estaba la pequeña, ya que ésta al parecer estaba con gripe.
"Vi a la niña como caída de un lado y pensé que se había dormido. Al acercarme, vi que no respiraba y estaba morada. La niña echaba espuma por la boca. Me quedé helada. No sabía que hacer", ha contado entre sollozos.
Según su versión, cogió al bebé y comenzó a zarandearlo para que reaccionara, dándole "cachetadas en la cara y cuerpo". "La cogí de los brazos y luego de los pies boca abajo y la sacudí fuertemente por desesperación", ha señalado y ha recalcado que en ningún momento se le cayó al suelo ni la golpeó en la cabeza.
Al ver cómo la niña estaba desmayada, la procesada decidió llamar a su madre y a una vecina para que le auxiliara en ese momento y se trasladó al bebé al Hospital 12 de Octubre, donde ingresó en estado crítico en la Unidad de Cuidados Intensivos.
A preguntas sobre cómo explica las graves lesiones que presentaba y los hematomas, la mujer ha asegurado que no lo entiende y ha recalcado que cómo va a maltratar a un bebé de seis meses cuando ella es madre de un niño.
UNA NIÑA SANA
Por su parte, la madre del bebé ha señalado al tribunal que su hija estaba sana y que la llevó unas horas antes al pediatra en una revisión normal. "Desde entonces la niña no está bien. No camina y no ve. Tiene una parte del cuerpo paralizado y apenas habla", ha relatado la madre acerca de la pequeña, que ahora tiene dos años y tres meses de edad.
Por otro lado, los médicos forenses han destacado que las lesiones que presentaba la niña no eran compatibles con el relato aportado por la acusada al existir gran cantidad de hematomas y una lesión cerebral irreversible.
Así, se ha especificado que padecía lesiones externas con hematomas en la piel, el mentón y en la cabeza, así como internas como fractura de hueso frontal del cráneo y hemorragias.
En cuanto al origen de las lesiones, los forenses han insistido en que corresponde con un zarandeo importante y un golpe directo o indirecto en la cabeza a la vista del traumatismo que presentaba el bebé. "Son lesiones compatibles con maltrato infantil", han destacado.
En la exposición de los hechos, el fiscal ha considerado probado que la procesada se quedó a cargo de la menor el 1 de marzo de 2010 por encargo de su madre.
En un momento dado, cuando tenía a la pequeña en sus brazos, "la zarandeó violentamente en repetidas ocasiones, llegando a sujetarla por los pies cabeza a bajo golpeándole la cabeza con un objeto no determinado.
A consecuencia, la niña sufrió lesiones graves como traumatismo craneoencefálico severo y múltiples hematomas, dejándole secuelas como ceguera y discapacidad del sistema neuromuscular.
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