Un acusado de violar a varias mujeres en Alcalá declara que las relaciones eran consentidas

MADRID, 10 Dic. (EUROPA PRESS) -

Flavius.I., acusado de tres delitos de agresión sexual cometidos entre febrero y marzo de 2008, declaró hoy en el juicio que se celebró contra él que las relaciones eran consentidas y negó que amenazara a las mujeres con matarlas si denunciaban los hechos ocurridos en zonas poco iluminadas de Alcalá de Henares.

"Ellas estaban de acuerdo", manifestó el procesado, quien relató que en esas tres ocasiones salía del trabajo con "la cabeza ida" por culpa de unas pastillas que tomaba. Según su versión, las mujeres se bajaban la ropa por su propia voluntad con la intención de acceder a su petición de mantener un contacto.

Muy lejos de su testimonio, las víctimas relataron al tribunal cómo un individuo las abordó, tapándolas la boca y amenazándolas con matarlas si chillaban. "Volvía de trabajar. Aparqué el coche y una perdona me abordó por detrás. Me tiró al suelo y me puso un objeto punzante en el cuello. Me dijo que si gritaba me mataría", narró una de las agredidas.

"Me llevó a un parque y me obligó a quitarme la ropa. Me violó. Luego, me ató con un cordón a la valla y me quitó una fotografía de mi hija, advirtiéndome que si lo denunciaba nos mataría a las dos", narró.

De igual modo, otra de las mujeres relató que la noche del 28 de abril de 2008, volvía de trabajar y aparcó el coche. "Cuando iba a coger mi maletín, levanté la mirada y vi que tenía una persona próxima a mí. Me tapó la boca y me amenazó con matarme si gritaba2, manifestó.

Tras ello, el hombre agarró a la chica y la condujo a un descampado. "Me intentó asfixiar y me dijo que, si lo contaba, mandaría a alguien para que me pegara un tiro. Primero me hizo tocamientos y luego me violó", contó.

Tras escuchas las versiones de las mujeres, la fiscal elevó a definitiva su acusación, solicitando para el acusado 40 años de prisión por tres delitos de agresión sexual y dos de robo. Además, reclamó que indemnice a dos de las chicas con 30.000 euros y a otra con 6.000 euros por las secuelas y lesiones derivadas de los hechos.

Como consecuencia de las agresiones las tres víctimas sufrieron diferentes heridas y erosiones así como una importante afectación psicológica. Una de las mujeres sigue aún bajo tratamiento psicológico al no superar lo que le sucedió.