MADRID 17 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Subdirección de Alumnos y Extensión Universitaria y la Delegación de Alumnos de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial de la Universidad Politécnica de Madrid han alertado del incremento de robos por falsos alumnos que se cuelan en sus aulas recogiendo firmas.
La Subdirección universitaria ha señalado que en las dos últimas semanas están ocurriendo hurtos y robos en zonas comunes de la Escuela por personas ajenas a la misma y que desde la Dirección se están llevando a cabo diferentes acciones para intentar evitar que esto ocurra.
No obstante, en una carta enviada a los alumnos, han querido advertirles de estas circunstancias y pedirles "especial cuidado" con sus pertenencias.
Por su parte, la Delegación de alumnos de la escuela ha responsabilizado del "repentino incremento" de robos de carteras, ordenadores y móviles a un grupo de jóvenes rumanos "que se han colado en repetidas ocasiones en la escuela, incluso con la excusa de recoger firmas".
Por eso, han pedido a los estudiantes que avisen al conserje si ven colándose o merodeando por la escuela a personas sospechosas, a la vez que les han aconsejado que tengan sumo cuidado con sus propias pertenencias en lugares como la cafetería, la biblioteca, la rotonda o los alrededores de la escuela.
ROBO EN LA COMPLUTENSE
Precisamente, este miércoles se produjo un robo, de más cuantía e importancia --en torno a los 30.000 euros-- que los anteriores, en la Universidad Complutense de Madrid, concretamente en la cafetería de la Facultad de Derecho. El robo se produjo sobre las 21 horas, aprovechando el recuento electoral de las elecciones universitarias, a las que se presentaba el ex decano de la Facultad de Derecho, José Iturmendi.
Cuatro personas entraron en el edificio, accedieron rápidamente a la cafetería y, una vez allí, amenazaron a los trabajadores con una supuesta arma de fuego, ha informado a Europa Press un portavoz de la Jefatura Superior de la Policía de Madrid.
Uno de los 'cacos' exigió a un empleado que le dirigiera a las oficinas y que abrieran la caja fuerte, donde se almacenaba la recaudación de varios días y huyeron precipitadamente del lugar. La Policía cree que los ladrones sabían perfectamente donde se encontraba el dinero y que éste era superior a la recaudación de un sólo día.