MADRID, 13 Ene. (EUROPA PRESS) -
El 20 por ciento de los madrileños, aproximadamente 665.400 personas, soportan ruidos superiores a los 55 decibelios A, lo máximo permitido por la legislación, durante la noche, sin contar a los vecinos del aeropuerto de Barajas e infraestructuras ferroviarias, según revela el nuevo Mapa Estratégico del Ruido provocado por el tráfico rodado que presentaron hoy por el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, y la delegada de Medio Ambiente, Ana Botella.
Esta herramienta, que será aprobada definitivamente el próximo jueves en la Junta de Gobierno, ha cartografiado los niveles sonoros generados por el tráfico rodado en la ciudad, ponderando los resultados en función del número de ciudadanos que viven en cada área de Madrid y también según la sensación de ruido que se produce según el momento del día, diferenciando entre mañana, tarde y noche.
El resultado apunta que el número de personas expuestas a niveles superiores a 65 decibelios A, objetivo de calidad fijado por la legislación española en periodo diurno, se acerca a 182.200, lo que representa el 5,6 por ciento de los madrileños, mientras que en periodo nocturno y con un límite de 55 decibelios A esta cifra llega a las 665.400 personas, es decir, el 20 por ciento de la población.
"Eso quiere decir que el 94,4 por ciento de los madrileños están en situación razonable de día, y el 80 por ciento de noche, lo que nos obliga a seguir trabajando para que esos porcentajes sean aún mejores, especialmente en los lugares que presentan mayores niveles de ruidos", resumió Gallardón.
Estos puntos negros son, entre otros, los cercanos a grandes vías de distribución interior, como todo el eje del paseo de la Castellana desde la plaza de Carlos V hasta la plaza de Castilla; los nudos viarios de la M-40, como su intersección con la M-23 en O'Donnell o con la Autovía del Sur; o la zona de Puente de Vallecas.
Sin embargo, estas cifras no incluyen a los vecinos perjudicados por ruidos cuya fuente no es competencia municipal, como el aeropuerto de Barajas o las vías ferroviarias, ya que son Aena o Adif, respectivamente, así como la Administración autonómica en el caso de los transportes por carretera, las encargadas de calcular la afección de sus infraestructuras "y de tomar las medidas correctoras pertinentes", matizó el primer edil.
Según el Consistorio, el Mapa refleja que el ruido en Madrid es "muy similar" al de otras ciudades europeas de dimensiones parecidas, y que hay "menos población expuesta a niveles sonoros altos que en otras capitales españolas como Valencia, Málaga y Bilbao, a falta de conocer los datos de Barcelona", apostilló Gallardón.
ÁREAS DE SENSIBILIDAD ACÚSTICA
Junto con esta "radiografía sonora de la ciudad", el Ayuntamiento también está trabajando en una clasificación de la ciudad por zonas según las áreas de sensibilidad acústica, donde se fijen los niveles máximos de ruido en función del uso del suelo. Luego, cruzarán esta información con el Mapa Estratégico del Ruido para señalar dónde se debe actuar, declarando Zonas de Protección Acústica Especial.
Esta clasificación será aprobada también el jueves en Junta de manera inicial, con un periodo de información pública posterior de un mes. Una vez se produzca la aprobación definitiva, el área de Medio Ambiente estará en posición de diseñar planes zonales específicos que incluyan las medidas correctoras allí donde los niveles de ruido sean superiores a los fijados por las zonas de protección.
Entre otras actuaciones, el Consistorio podrá usar pantallas, asfalto poroso, aislamientos acústicos de fachadas, reducción de la velocidad media del tráfico o del número de vehículos en determinadas vías de titularidad pública. Según el director general de Calidad, Control y Evaluación Ambiental, Manuel Tuero, estas medidas podrían empezar a tomarse de aquí a un año, aunque algunas ya se están implementando.
Así, el Ayuntamiento ya ha puesto en marcha el Sistema de Actualización Dinámica del Mapa Acústico de Madrid, la brigada contra el ruido, la mejora de más de un millón de metros cuadrados de asfalto, la restricción del tráfico en ciertas áreas o el soterramiento de parte de la M-30, y ha instalado incluso barreras acústicas y asfalto poroso en algunas zonas de la ciudad.
"Esto dará pie a un plan conjunto de lucha contra la contaminación acústica en toda la ciudad, donde nos ocuparemos de aquellos puntos en los que no se alcanza el objetivo de calidad por causa de diversas infraestructuras, como pueden ser el entorno de la estación de Villaverde, algunas zonas de la M-30, Sinesio Delgado o Cardenal Herrera Oria", apuntó el alcalde.
CONQUISTAR EL SILENCIO
El objetivo de toda esta iniciativa es "conquistar el silencio", así como cumplir la directiva europea sobre Evaluación y Gestión del Ruido Ambiental, la Ley del Ruido de 2003 y el Real Decreto que la desarrolla parcialmente.
Para redactar este mapa, el Consistorio ha destinado a 25 técnicos a cartografiar la ciudad durante dos años mediante 30 estaciones fijas y 9.000 horas medidas en 1.800 puntos, calculando así el ruido en más de 70 millones de puntos de la capital.
"Conquistar el silencio es una meta, íntimamente relacionada con la salud y con la salvaguarda de dos derechos constitucionales: la integridad física y moral, y la intimidad personal y familiar y la inviolabilidad del domicilio. El ruido es anticonstitucional", zanjó el líder popular.
Por ello, el Ejecutivo municipal también tiene en mente conseguir una noche más silenciosa, cartografiando el ruido producido por el ocio nocturno, con un trabajo que ya empezó Aurerrá. En estos momentos ya existen cinco monitores en domicilios recogiendo datos.
Adicionalmente, el pasado mes de abril entraron en funcionamiento en los distritos de Centro, Chamberí y Salamanca las patrullas conjuntas de Policía Municipal y Medio Ambiente para garantizar que, entre las 23.00 y las 5.00 horas de jueves, viernes y sábado, se proteja totalmente a los vecinos afectados por este tipo de ruido.
Estas brigadas disponen de un sistema sancionador más ágil que comienza cuando un vecino llama a la Policía y ésta, junto con un técnico acústico, se persona para realizar las mediciones pertinentes, levanta acta e inicia el primer día laboral después de la denuncia el expediente del que pueden derivarse sanciones o la imposición de medidas correctoras. Esto incluirá la limitación del número de locales cuando el ruido se derive también de la aglomeración de establecimientos.