Se les atribuyen 21 asaltos en Madrid y extrarradio y se investiga su participación en al menos otros 25 en otros municipios de la región MADRID, 20 Ene. (EUROPA PRESS) -
Agentes de la Policía Nacional han detenido a seis personas integrantes de un activo grupo de delincuentes de origen chileno especializado en cometer robos con violencia en establecimientos comerciales y robos con fuerza en viviendas habitadas.
Según informó hoy la Jefatura Superior de la Policía de Madrid, los detenidos son cuatro hombres y dos mujeres de nacionalidad chilena y con edades comprendidas entre los 19 y los 39 años, que el momento de su arresto ofrecieron una gran resistencia a los agentes.
En la operación se han recuperado gran cantidad de efectos procedentes de los asaltos, entre los que hay numerosas joyas, aparatos electrónicos de todo tipo y relojes. Hasta el momento se les atribuyen 21 robos cometidos en Madrid capital --especialmente en Tetuán-- y en otras localidades del extrarradio como Pozuelo de Alarcón, Leganés y establecimientos en el Sur de Madrid.
Además, se está investigando su participación en al menos otros 25 robos en chalets en territorio de la Guardia Civil, a la espera de que los atestados lo demuestren. Concretamente, se trataría de viviendas unifamiliares de Villanueva de la Cañada y Rivas.
DESARROLLO DE LA OPERACIÓN
Las investigaciones se iniciaron en el mes de noviembre del pasado año, tras un robo con violencia e intimidación cometido a un cliente de una entidad bancaria. La víctima reconoció a una de las ahora detenidas como autora del atraco. Se trataba de Margarita, una joven de nacionalidad chilena a la que se relacionaba con grupos delictivos dedicados a cometer atracos en joyerías, en entidades bancarias y a los clientes de estas últimas. Ella era la encargada de facilitar la infraestructura delictiva a todo el grupo, alojando a los atracadores en los domicilios y facilitando los robos de los coches.
De forma paralela, se tuvo conocimiento de varios atracos a locutorios que habían sido cometidos por 4 individuos con acento chileno que habían actuado con pasamontañas y armas de fuego.
Las gestiones practicadas por los agentes permitieron relacionar ambos hechos, ya que el coche empleado en la huida del locutorio, un Citroën sustraído, fue localizado en las inmediaciones del domicilio de la joven que atracó al cliente del banco, en el distrito de Usera. A raíz de las investigaciones realizadas se pudo determinar que se estaba ante un grupo organizado compuesto por chilenos, que actuaba en Madrid y del extrarradio, y que alternaban diferentes delitos.
Se dedicaban a la comisión de atracos a establecimientos comerciales de todo tipo, incluidos telepizzas, con armas de fuego, también a las salidas de los bancos a través del denominado 'cogotazo' y, por otro, asaltaban viviendas unifamiliares para lo que violentaban las puertas de acceso o utilizaban el método del escalo.
"Preferían robar uno o dos chalets al día, sin gente dentro, pero, como eran tan violentos, de haber encontrado a alguien, no hubieran dudado de emplear la fuerza", agregó el comisario jefe de la Unidad de Delincuencia y Crimen Organizado, José Luis Conde.
El 'modus operandi' que utilizaba la banda consistía en que las mujeres merodeaban por la zona previa al atraco y se aseguraban que no había moradores, llamando a la puerta y vigilando los domicilios. Una vez que las féminas daban el visto bueno, los otros cuatro componentes procedían al robo con fuerza.
CON VEHÍCULOS ROBADOS
El grupo desarticulado empleaba vehículos sustraídos tanto en sus desplazamientos como en el momento de cometer los robos. Los coches, unas veces eran robados con las llaves que conseguían en las viviendas que asaltaban, y otras eran arrebatados de forma violenta a sus propietarios. "Salían todos los días a atracar con coches robados. Incluso últimamente no utilizaban vehículos de alta gama porque son más fáciles de localizar, por lo que utilizaban Citroën berlingo y ese tipo de coches", dijo el jefe del Grupo I.
Las investigaciones realizadas por los agentes permitieron constatar que habían empleado, al menos, tres vehículos que estacionaban habitualmente cerca de sus domicilios. Tras establecer un dispositivo policial en las inmediaciones, fueron sorprendidos mientras se repartían el botín: acababan de cometer varios robos con fuerza en las localidades de Leganés y Villanueva de la Cañada.
Los ocupantes del vehículo ofrecieron una gran resistencia a los agentes, que finalmente lograron apresar a uno de ellos y recuperar gran cantidad de efectos en el vehículo que habían utilizado. "El dispositivo estaba muy bien montado, pero utilizaron gran violencia y el resto logró escaparse. Con los chilenos es muy difícil las detenciones. Se las saben todas", apostilló el jefe del Grupo I.
Durante esta operación, desarrollada en la calle, los agentes, para no tener que utilizar las armas de fuego, se evadieron, agrediendo a policías. Como había mucha gente en la calle, los agentes buscaron una nueva ocasión para proceder a la detención. Así, el resto del grupo fue localizado y detenido al día siguiente, en el domicilio de una de las integrantes de la organización. En esta ocasión, también mostraron una fuerte resistencia, llegando incluso a causar lesiones a los policías del operativo, que ya se han recuperado de las heridas. En la vivienda se encontraron numerosos efectos procedentes de los robos cometidos y muchas armas blancas.
"Era un grupo muy violento. Cuando entramos en el domicilio, durante la detención, salieron por la terraza y, desde fuera, tuvimos que saltar encima de ellos para que no escaparan", señaló David.
El comisario jefe de la Unidad de Delincuencia y Crimen Organizado de la Policía Nacional de Madrid, José Luis Conde, señaló que esta banda de chilenos desarticulada actuaba con una gran movilidad, tanto en zonas de pisos como en chalets. Aunque residían en la zona de las Águilas de Madrid, aunque cometían sus robos por toda la región.
Las investigaciones posteriores confirmar la gran itinerancia del grupo, ya que, a veces, después de los 'golpes', que duraban como mucho unos meses, volvían a su país y se trasladan a otros ciudades de España, como Barcelona. En el momento de la detención tenían intención de irse a Italia.
El grupo estaba formado por chilenos 'cabros', es decir, jóvenes que vienen desde Chile a hacer robos con violencia y fuerza en domicilios. El dinero lo mandaban a Chile rápidamente y las joyas, televisiones y al resto de objetos les daban salida rápidamente a los objetos sustraídos, por lo que tenían una infraestructura en este sentido. "Han estado presos casi seguro, ya que tienen rajas en los brazos. Puestos en contacto con la Policía chilena nos dicen que cada raja significa un centro penitenciario por el que han pasado", relató el jefe del Grupo I.
Aunque al resto no eran conocidos por la Policía en España, la cabecilla del grupo, Margarita, sí se tenía constancia de que traían gente desconocida en España para cometer los delitos. "Esta persona había ingresado ya en prisión, pero suele salir bastante rápido", agregó.
EFECTOS INTERVENIDOS
En el interior del vehículo y en el registro efectuado se han intervenido, entre otros muchos efectos, varias televisiones de distintas marcas y pulgadas, reproductores de DVD, ordenadores portátiles, cámaras de foto y vídeo digitales, diversos estuches y cajas que contienen numerosas joyas, algunas de lujo, y relojes.
Además, les requisaron consolas de juegos, gafas de sol de distintas marcas, teléfonos móviles, varios Ipods, 'pendrives' y MP4, así como numerosos bolsos de firmas de prestigio, perfumes de distintas casas comerciales, varias navajas y útiles para el robo como destornilladores, linternas, guantes, patas de cabras y martillos.
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