MADRID, 1 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Madrid derribó esta mañana ocho construcciones ilegales en el sector IV de la Cañada Real Galiana, pertenecientes al distrito de Vicálvaro, en una actuación en la que no se han producido incidentes, ya que no ha sido necesario desalojar ninguna de ellas, según informó hoy el Consistorio.
Minutos antes de las 9.00 horas, decenas de agentes de la Policía Nacional y Municipal de Madrid cercaron las entradas al sector IV con barricadas para evitar posibles enfrentamientos, como los desarrollados hace un año en el sector V, que terminaron con 27 heridos en una auténtica batalla campal entre agentes y vecinos.
En la jornada de hoy, entre las 9.30 y las 12.30 horas, cuatro máquinas excavadoras accedieron a la parte madrileña de la vía pecuaria y demolieron ocho construcciones. Según fuentes del Ayuntamiento de Madrid, se trataba de viviendas inacabadas y en algunos casos, "de muros y pequeñas construcciones poco sólidas inhabitadas". Igualmente, señalaron que la actuación de los agentes locales de desarrolló "con total normalidad".
Esta versión no la comparten los vecinos afectados. Así, la presidenta de la Asociación de Vecinos del Sector IV, Lidia, criticó que la fuerte presencia policial, con helicópteros incluidos, impidió a los residentes del barrio acudir a sus puestos de trabajo y a los niños a la escuela. "Han puesto barricadas entre la carretera de Vicálvaro a Rivas y en el colegio Mario Benedetti, por donde pasa el AVE. Además, han impedido salir a la gente de sus casas y a los fieles de la mezquita", detalló.
CASAS "HABITADAS" Y CON EL RECIBO DE "CONTRIBUCIÓN"
En declaraciones a Europa Press, la representante vecinal negó que las construcciones destruidas estuvieran deshabitadas, salvo una de ellas, "en la que sólo había puestas las ventanas". Asimismo, señaló que los operarios municipales han efectuado su trabajo aprovechando que los dueños de las mismas, todos ciudadanos marroquíes, se encontraban orando en una mezquita cercana por el fin de la fiesta islámica del Ramadán.
"Se aprovechan de que no conocen las leyes españolas para derribar sus casas. Yo sé que si vienen a mi casa les tengo que pedir una orden judicial. Su intención es clara: que esto sirva de aviso para el resto y que dé ejemplo para que no se construya más", indicó a Europa Press un habitante español del sector V.
En este sentido, Lidia criticó que los derribos de esta mañana "no han contado con orden judicial o, por lo menos, no la han enseñado", y lamentó que las máquinas han dañado también las viviendas contiguas a las derrumbadas. Además, manifestó que las casas derribadas pagaban el impuesto de la contribución al Ayuntamiento, e incluso que una que se negó a hacerlo "le retiraron la tasa de su nómina".
Según los propios vecinos, una de las construcciones derruidas pertenecía a Ayad, padre de tres hijos, que estaba en ese momento en la mezquita. Otro de los afectados, Ahmed, se encontraba en su país celebrando el Ramadán, mientras que el resto estaba trabajando en la capital.
"Tememos que vuelvan. Hoy habían planeado tirar 30 viviendas, aunque al final sólo han sido ocho o nueve, asi que vendrán de nuevo. Muchos llevamos más de 30 años viviendo aquí y hemos hecho un censo y todo. Ahora, intentamos explicar a la gente que la pelea tiene que estar en los juzgados y no en las calles", concluyó la presidenta vecinal.
Éste es el primer derribo que se produce en el sector IV de la Cañada Real, un poblado chabolista considerado como el mayor de toda España, en el que viven unas 50.000 personas de varias razas y nacionalidades en asentamientos que van desde chalés adosados a chabolas de chapa y cartón.