MADRID, 20 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Madrid ha abierto 464 expedientes por infracciones a la Ordenanza de Limpieza desde que entró en vigor, 152 de los cuales ya han concluido, con un total de quince expedientes ya finalizados o sancionados por realización de graffitis y 29 por la generación de residuos a causa del botellón.
Así lo expuso hoy la delegada de Medio Ambiente en el Ayuntamiento de Madrid, Ana Botella, en la comisión ordinaria del ramo, detallando que han sido iniciados hasta el momento 464 expedientes, de los que 152 han terminado en sanción.
En materia de limpieza, con 96 expedientes iniciados, destacan los 22 ya concluidos por depositar residuos fuera de las papeleras en pequeñas cantidades y por ensuciar la vía pública. La sanción a imponer por este tipo de infracción es de 100 euros. A ello se suma la quincena de expedientes finalizados por realizar graffitis, con sanciones económicas que oscilan entre los 300 y los 600 euros.
En lo que se refiere a los residuos, los finalizados en relación con el botellón son 29, con sanciones de 120 euros, mientras que hasta el momento son nueve los concluidos por no separar correctamente en origen. En este punto Botella detalló que la sanción por esto oscila entre los 120 y los 150 euros, "unas cantidades que están lejos de la cuantía máxima (prevista por la Ordenanza), que es de 750 euros".
SEGUNDA OPORTUNIDAD
La edil, tras recordar que el Ayuntamiento se hace cargo de la gestión integral de todos los residuos, recordó que la Ordenanza de Limpieza entró en vigor en abril para, inmediatamente, abrir un periodo de dos meses en los que se procedió a informar a los vecinos sobre los aspectos más novedosos de la nueva normativa, junto a otros ya establecidos, como los horarios de retirada de los cubos, cómo separar en origen o la importancia de restaurar los excrementos caninos de la vía pública.
Asimismo, Ana Botella concretó que han sido 35.000 las actas de inspección, de las que se han derivado 3.046 actas. En una primera visita de los inspectores del área de Medio Ambiente, como explicó, se informa al vecino de que no se ha separado en origen y se le advierte para que no vuelva a repetirse la misma acción en el futuro. La sanción se impone cuando, en una segunda inspección, se comprueba que se sigue sin separar los residuos adecuadamente.
Por otro lado, Botella trató de quitar hierro a las acusaciones lanzadas por el portavoz socialista de Medio Ambiente, Pedro Santín, que reprochó la "política recaudatoria" que se esconde tras esta Ordenanza. La popular destacó que, en algunos casos, "al Ayuntamiento le cuesta dinero".
Éste es el caso de la alternativa que ofrece a los jóvenes graffiteros y que pasa por sustituir la multa por trabajos sociales, preferentemente en su barrio. Después de alabar la "finalidad educativa" de esta opción, la edil aseveró que en el PP creen que "los padres tienen que implicarse en la educación de sus hijos" porque lo "cómodo" es abonar la multa.
