Suponía "un aumento injustificado del gasto, con una amortización de puestos actuales para crear otros nuevos con mayor nivel y mayor complemento específico"
MADRID, 19 Feb. (EUROPA PRESS) -
El área de Salud, Seguridad y Emergencias, con Javier Barbero a la cabeza, cuestionó el cambio en la cúpula de bomberos que suponía un coste de 160.000 euros anuales del erario público y no para la mejora del servicio sino en beneficio de "un grupo muy reducido".
Así lo ha señalado el delegado en la comisión del ramo. La propuesta que hizo el que fuera director general de Emergencias, José Ignacio Becerril, a la Secretaría General Técnica el pasado 21 de diciembre pasaba por una modificación de la relación de puestos de trabajo de la Jefatura del Cuerpo de Bomberos para hacer frente "a los nuevos desafíos y retos", según el texto al que ha tenido acceso Europa Press. Los cambios se dirigían a la escala técnica, en concreto a los puestos de mayor responsabilidad del organigrama.
Para "modernizar las estructuras organizativas", la dirección planteaba "la creación de nuevos puestos que fomenten la participación de más personal de la escala técnica en los puestos de responsabilidad". También indicaban qué puestos se podían suprimir.
Barbero ha expuesto en comisión que esa propuesta supondría "un aumento injustificado de la estructura directiva del Cuerpo de Bomberos", con la creación de dos nuevos niveles 29, que suponen una mayor verticalidad "y no necesariamente un beneficio directamente asociado en términos operativos y de organización del trabajo".
BENEFICIO PARA "UN GRUPO REDUCIDO"
Además de "un aumento injustificado del gasto, con una amortización de puestos actuales para crear otros nuevos con mayor nivel y mayor complemento específico". Se trataría de "un cambio en la cúpula de bomberos sin que se justifique de forma incuestionable por las necesidades del servicio y que tiene un coste para las arcas municipales de 160.000 euros más al año beneficiando específicamente a un grupo muy reducido de personas".
Tras el estudio de la propuesta, y una vez contrastada con el Jefe de Bomberos en ese momento, Eugenio Amores, y con oficiales del Cuerpo, se descartó aludiendo a que las necesidades de la propuesta no estaban lo suficientemente justificadas. Ante esa respuesta, el grupo de promotores de la iniciativa comenzaron "presuntamente a presionar a la Jefatura del Cuerpo, que se muestra desde el principio contraria a asumir tal propuesta", han señalado fuentes del área.
Ante la crispación, que impide que el Jefe del Cuerpo, Eugenio Amores, pueda desempeñar sus funciones con normalidad decide presentar su dimisión. El área nombró entonces para el cargo a Juan José García, de manera provisional, con la instrucción clara desde el área de que la propuesta de restructuración no se elevaría.
En ese contexto aparece la cuestión de la jornada de 35 horas semanales para todos los funcionarios del Ayuntamiento de Madrid. El delegado Barbero ordena entonces al director de Emergencias, Ignacio Becerril, su implementación en los dos cuerpos manteniendo la actual carta de servicios, sin obviar el "déficit estructural de plantilla que tiene su origen en la desidia y falta de planificación de los equipos de gobierno anteriores, y que por tanto, lo prioritario es sacar todas OPE que permita la ley con la mayor celeridad".
Hasta que puedan incorporarse los nuevos efectivos y puedan dimensionarse las plantillas adecuadamente, y con el fin de garantizar la prestación de servicios, la carencia de personal se cubriría con jornadas ampliadas voluntarias "reconociendo debidamente y recompensando económicamente el sobreesfuerzo que se le pide a la plantilla".
NO SE CIERRAN PARQUES
El delegado, como ha remarcado en la comisión, ha asegurado que en ningún momento se ha planteado "ni cierres de parques, ni cambios de grupos, ni cambios en el tren de ataque en las intervenciones o de cualquier otra índole operativa, ni cambios de horarios".
Desde el área han explicado a Europa Press que, llegados a esta situación, tanto Becerril como García insistieron en unir la implementación de la 35 horas a la aprobación la reestructuración del Cuerpo que planteaba este "pequeño grupo de oficiales". Y mientras empezaron a lanzarse "mensajes falsos hacia la plantilla para intoxicar el clima laboral y buscar su confusión".
Como ha dicho Barbero en comisión, se mezclarían con "intereses personales, en algunos casos para afianzar posiciones de poder dentro de la cúpula de bomberos, en otros para mejorar su situación económica, y en otros debidos a intereses políticos ocultos quizás movidos por la ambición y la notoriedad". El delegado ha llegado a hablar de "deslealtad, chantaje y desprecio por lo público".
La decisión que toma el área pasa por realizar los cambios en la dirección de Emergencias y en la Jefatura de Bomberos, nombrando a Enrique López Ventura y Rafael Ferrándiz, respectivamente, de quienes han destacado su "ética y vocación por lo público irreprochable". Es entonces cuando se produce el cese de la cúpula, un paso entendido por el área como uno más para "seguir presionando" al delegado.
"Trascienden su papel de funcionarios convirtiéndose en agentes políticos que determinan el proyecto usurpándoselo al equipo de gobierno de la ciudad. El área no va a ceder a intereses espurios que vulneran el sentido de lo público a favor de intereses personales y que empañan la buena imagen del Cuerpo", aseguran desde la concejalía.
